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El impuestazo a las energéticas lo pagamos entre todos

Sánchez tiene un grave problema en la coalición Frankenstein. La ultraizquierda le exige que mantenga el impuestazo del 7% a la generación eléctrica, mientras que sus socios nacionalistas, PNV y JxC, lo rechazan. ¿Cuál es la posición del PSOE? Su medio favorito argumenta que «si los consumidores se libraran del tributo del 7% a la generación, esa cantidad la pagarían en los cargos, que se financian con su recaudación». Es decir, que no les importa lo que se decida, porque tu factura seguirá siendo un expolio en el que más de la mitad de lo que pagamos son costes regulados e impuestos.

Es importante recordar que este impuesto es innecesario, injusto y contraproducente. Innecesario, porque los consumidores ya pagamos más de 21.000 millones en impuestos verdes y una carga impositiva enorme en la luz y la energía. Es injusto porque grava los ingresos, algo inaudito, en un sector que ya paga más del 30% de impuestos en su actividad en España. Es contraproducente porque ataca directamente a la inversión en uno de los pocos sectores que sigue invirtiendo por encima de su depreciación en España.

El impuestazo es fruto de la miopía de la ultraizquierda y la voracidad recaudatoria del gobierno. Es un ataque directo a la industria española. Resta competitividad, ya que España es el único país en el que existe un impuesto así. Y eso que las empresas españolas del sector ya tienen una enorme cantidad de cargas injustificadas, desde el impuesto regional a la hidráulica y nuclear a los impuestos encadenados que se aplican individualmente a transmisión, generación, distribución y comercialización, las cargas a la nuclear y, todo sumado, más impuestos.

Este impuestazo es recaudatorio y se usa de manera errónea para financiar partes de la factura eléctrica que ni siquiera tendría que pagar el consumidor y que deberían estar en los presupuestos.

Es profundamente hipócrita decir que el impuesto del 7% baja la factura cuando pagamos en dicha factura cosas que no deberían estar incluidas. Con precios de 130€/MWh, están lucrándose con un 7% para pagar políticas vía factura.

[[QUOTE:PULL|||Ataca la inversión en uno de los pocos sectores que invierten por encima de su depreciación]]

[[QUOTE:PULL|||Los consumidores se beneficiarían más claramente de la bajada de precios de la luz si se eliminase]]

Es increíble que utilicen como excusa que les preocupa la factura de los consumidores y mantienen un impuesto que encarece los precios directamente.

Este gobierno, que se vanagloria de políticas verdes, penaliza a las renovables al aplicar el impuesto directamente sobre todos los ingresos de generación. No debería sorprendernos que se estén frenando una gran cantidad de inversiones. Entre inseguridad jurídica, impuestos y frenos burocráticos, los inversores encuentran mejores oportunidades en otros países.

Este impuesto además supone una penalización para la electrificación. De hecho, nos demuestra que si se electrificase el transporte, el gobierno utilizaría a los clientes cautivos para transferir más carga fiscal a la electricidad.

La factura eléctrica es una máquina recaudatoria. Y el gobierno quiere exprimir al consumidor cautivo mientras pueda, aunque penalice la inversión y el crecimiento. Luego culpará a las empresas porque tienen unos beneficios decentes tras invertir decenas de miles de millones de euros. Es curioso, si inviertes, te penalizan y si decides invertir en otro país más atractivo, te penalizan y te atacan. El mayor beneficiario de la actividad eléctrica es el Estado, que recauda mucho más en impuestos directos e indirectos de lo que publican las empresas como beneficio neto en España.

La realidad es que eliminar este impuesto, y de paso unos cuantos más que plagan la factura eléctrica, generaría beneficios para los consumidores españoles que verían eliminada una carga en la factura de la luz, beneficiándose más claramente de la reducción de los precios de la electricidad que aportan las energías renovables y mejorando la competitividad de la industria. Es más, beneficiaría a España porque, en vez de desplazar inversión, la atraería.

"The Economist" y su clasificación

El gobierno de Sánchez sigue atacando lo que finge defender, pero nos vende como un éxito que [[LINK:INTERNO|||Article|||675970f58d8a3a0007f4000f|||«The Economist» nombre a España la economía que más prospera en 2024]]. Cuando vienes del hoyo, no es difícil, por eso compartimos lista con Grecia o Italia y Colombia. Un crecimiento de PIB dopado por gasto político y deuda y disfrazado con inmigración deja un PIB per cápita con un crecimiento de poco más de un 1% entre 2019 y 2024, y eso después de «encontrar» una Murcia de PIB en el pasado y disparar el gasto público. El país con la mayor tasa de paro de la OCDE y 3,8 millones de españoles desempleados apuntados al SEPE. Ya les vale a los de "The Economist" por poner como número uno a un país que repite las políticas de Grecia antes de la crisis. Es alucinante poner como baremos el PIB sin ver que el PIB per cápita está estancado desde 2019, la evolución de la bolsa (¿?) cuando el 60% de los ingresos de los componentes del Ibex 35 vienen de fuera de España, la inflación, que lleva un 20% acumulado con Sánchez y casi once meses por encima de la media de la eurozona; y el paro, con la mayor tasa de paro de la OCDE y 600.000 fijos discontinuos inactivos disfrazados. El número uno de 2024 para "The Econmist" es el país con más paro de toda la OCDE. Para partirse. El cohete.

Así estamos. Vivimos de la propaganda y de tirar de la tarjeta de crédito de Europa. El impuestazo eléctrico es otra manera de robar a los ciudadanos con la excusa de una miope tributación a las grandes empresas porque se lo pueden permitir. Un impuesto injusto y aleatorio no deja de serlo porque se lo puedan permitir. España necesita más grandes empresas e inversión productiva y menos gasto público y propaganda.

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