El Gobierno relativiza el hundimiento de inversiones de Estados Unidos en plena inestabilidad política: "Son oscilaciones puntuales"
Pedro Sánchez trata continuamente de presumir de economía y de reivindicar que España va a crecer más que la media de la Unión Europea, aunque esos datos ocultan muchas cosas. De entrada, ese crecimiento económico de España, que se hundió mucho más que el resto de países de nuestro entorno durante la pandemia, no parece que esté siendo suficiente atractivo para que Estados Unidos invierta. Y menos aún en plena inestabilidad política, con un Gobierno a la deriva, sin rumbo fijo y legislando poco y muchas veces a golpe de improvisación. De hecho, la inversión del país norteamericano se ha hundido en el primer semestre de 2024, aunque el Gobierno lo relativiza y asegura que son "oscilaciones puntuales".
En el primer semestre de 2024, Estados Unidos invirtió 2.346 millones de euros, muy lejos del global de 7.510 millones de 2023 y de 9.348 millones de euros de 2022. El flujo de inversión ha disminuido mucho y eso ha puesto en alerta a muchos, menos al Gobierno, que trata de minimizar los daños. "Los datos del primer semestre de 2024 deben ponerse en contexto, en el sentido de que es habitual que haya oscilaciones puntuales en las inversiones (debido a grandes operaciones de inversión), que no suponen ningún cambio de tendencia", señala el Gobierno en una respuesta parlamentaria escrita a diputados de Vox. "Además, a nivel mundial se está produciendo una caída de los flujos de inversión directa (-1,8% en 2023, y el -16,4% en 2022)", añade el Gobierno.
Lo cierto es que los datos de inversión estadounidense en España sí parecen mucho más oscilantes desde que Sánchez llegara a la Moncloa. En este sentido, durante la etapa de Mariano Rajoy, la inversión neta subió casi todos los años (excepto en 2015) y alcanzó el pico de toda la seria histórica en 2018 (su último año en Moncloa). A partir de ahí, con la llegada de Sánchez, los altibajos se han ido reproduciendo, con un 2019 y un 2021 con unas inversiones en mínimos y queda por ver qué acaba deparando el cierre de este 2024. De hecho, 2022 y 2023 han sido los mejores años de Sánchez y tampoco cabe olvidar que la pasada legislatura dispuso de una mayor estabilidad parlamentaria, con un Ciudadanos y un PP apareciendo en momentos clave, como con la reforma laboral.
Tampoco cabe olvidar quién estaba al mando de la política económica: la ortodoxa Nadia Calviño, quien ha dejado este mismo año la vicepresidencia, otra señal que los mercados también interpretan como un elemento más de debilidad y de inestabilidad del Gobierno. El puesto de Calviño ha sido ocupado por un perfil mucho más político, como María Jesús Montero.
En todo caso, el Gobierno trata de defender el flujo de inversiones en 2024 con hipótesis. "Proyectando un segundo semestre 2024 similar al primero, la inversión de EEUU en España en 2024 será de 4.700 millones de euros, cifra inferior a la media de los últimos 10 años, pero nada fuera de lo normal considerando las cifras anormalmente altas de los años 2018, 2022 y 2023 o bajas como las de los años 2019 o 2021", recoge la respuesta parlamentaria, dando por hecho que las cifras del primer semestre se pueden multiplicar por dos para hacer una estimación anual. "Las cifras de 2022 y 2023 resultaron extraordinarias como consecuencia de grandes operaciones puntuales protagonizadas en su mayor parte por fondos de inversión norteamericanos", añade el Gobierno.
De hecho, el Gobierno aduce que "el entorno global para la inversión internacional está siendo complicado" por el "debilitamiento de las perspectivas de crecimiento" o "las tensiones comerciales y geopolíticas" pese a que sí que reivindica que España va a crecer por encima de la media y pese a que las tensiones geopolíticas parecen ya amortizadas tras un 2022 (año de la invasión de Rusia) complicado que no parece que impactara sobre la inversión americana en España. "Hace que algunas empresas multinacionales adopten un enfoque cauteloso en relación con la expansión en el extranjero, todo ello en un contexto de general debilitamiento de la inversión extranjera directa (IED) internacional derivado de la desglobalización, las tensiones geopolíticas o las guerras", añade el Ejecutivo.