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La cirugía torácica a partir de robots, operar con "palillos chinos" de manera muy precisa

La cirugía sigue siendo el pilar del tratamiento en las enfermedades malignas extirpables, y claramente lo es en el caso del cáncer de pulmón, una de las cirugías torácicas más frecuentes. El panorama de las intervenciones torácicas está cambiando y cada vez son más los cirujanos que optan por los robots quirúrgicos, y es que son numerosas sus ventajas frente a las técnicas tradicionales.

Los pacientes que operamos son cada vez mayores y más frágiles, por lo que resulta imprescindible avanzar en cirugías con la menor agresión posible. En este sentido, el futuro de la cirugía, en la mayoría de las especialidades, son las técnicas asistidas por robot. En cirugía torácica la adopción de las técnicas de vídeo fue más tardía que en otras especialidades, pero también ha sido más rápida. Con la evolución actual, el cirujano torácico más habitual del futuro próximo será un cirujano asistido por robot”, defiende en este sentido el doctor Javier Moradiellos, jefe de Servicio de Cirugía Torácica del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid.

Destaca que en la actualidad estamos ya en la cuarta generación del sistema quirúrgico da Vinci, y en cada evolución los sistemas e instrumentos son cada vez más pequeños, más manejables y versátiles: “La visión del cirujano es cada vez mejor. En el futuro no sólo realizaremos cirugías robóticas manejando los instrumentos a través de una sola incisión, sino que la imagen del campo quirúrgico incluirá los datos de la anatomía del paciente en lo que se llama realidad aumentada.

Una revolución tecnológica

Subraya igualmente que otros sistemas también permitirán que el cirujano se beneficie de la experiencia de compañeros de otros centros en una especie de evolución colectiva: “Estamos viviendo una auténtica revolución tecnológica. Los cirujanos torácicos hemos pasado de realizar cirugías abiertas, a ‘videotoracoscopias’, que es como operar con unos palillos chinos a hacerlo ayudados del robot Da Vinci".

Describe el doctor Moradiellos que los instrumentos de videotoracoscopia tienen 4 grados de libertad, o direcciones, en las que es posible el movimiento. “Los instrumentos robóticos del robot quirúrgico da Vinci tienen 7 grados de libertad, como la mano humana, lo que le permite una capacidad de manipulación muy superior a la de cualquier instrumento tradicional de cirugía por vídeo”.

Adicionalmente, señala el jefe de Servicio de Cirugía Torácica del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid, estos instrumentos robóticos tienen un mayor rango de movimientos que la misma mano humana -rotaciones completas, flexiones de más de 90 grados, etc-, así como escalado de movimientos, que permite gestos quirúrgicos muy finos, filtrados del temblor fisiológico, lo que aumenta la estabilidad del instrumento y la seguridad de la cirugía.

Cómo funciona este sistema quirúrgico

El robot quirúrgico da Vinci, según prosigue el experto, carece de autonomía para realizar movimientos quirúrgicos. Técnicamente dice que es lo que se conoce como un sistema líder/seguidor, ya que traspone los movimientos realizados por el cirujano en los manipuladores de la consola al instrumental quirúrgico.

“Representa una asistencia al cirujano, único cerebro del sistema. El robot da Vinci ayuda al cirujano proporcionándole una visión mejorada, estereoscópica, aumentada, y en alta definición, así como una habilidad mejorada al filtrar el temblor fisiológico de la mano humana, y escalar los movimientos. Esto último significa que un movimiento de tres centímetros de la mano del cirujano se traduce en tan sólo un centímetro de desplazamiento del brazo robótico, aumentando enormemente la precisión para trabajar con estructuras críticas”, resalta el especialista de Quirónsalud Madrid.

Los beneficios fundamentales son los de la cirugía mínimamente invasiva, tal y como reconoce: Da Vinci facilita un menor dolor postoperatorio, disminuye la estancia en el hospital, ofrece una recuperación más rápida de la calidad de vida, aparte de menor pérdida de sangre, entre otros factores.

“Todo ello manteniendo, o quizás superando, los beneficios oncológicos de las técnicas abiertas tradicionales. Podemos operar a pacientes más frágiles, que tolerarían mal la cirugía tradicional. Además, si los pacientes se recuperan antes, también se encuentran en mejores condiciones para afrontar tratamientos adicionales como la quimioterapia, si fueran necesarios”, sostiene.

De hecho, en el campo de la cirugía torácica, donde este doctor es experto, mantiene que inicialmente se utilizó el sistema da Vinci para la extirpación del timo -timectomías-, o de lesiones en el mediastino, sin necesidad de cortar el esternón. “Su utilidad se ha ampliado hasta poder realizar extirpaciones de partes del pulmón -lobectomías-, normalmente por cáncer de pulmón. En la actualidad, ya se realizan intervenciones más complejas, con reconstrucciones de vasos sanguíneos o de bronquios, incluso de tumores grandes, y vemos que sus indicaciones son cada vez mayores”, celebra el doctor Moradiellos.

Un paso más que la cirugía tradicional

Con todo ello, este especialista en cirugía torácica se muestra “honestamente sorprendido” por los resultados tan positivos que se están obteniendo en todas aquellas intervenciones quirúrgicas en las que se emplea este robot de última generación: “Nuestros pacientes se recuperan más rápido, y con menos molestias de lo que era habitual con las técnicas habituales. La visión del campo quirúrgico es inmejorable, y la capacidad de movimiento resulta muy superior. Un cirujano que ve mejor y manipula mejor es un cirujano seguro para sus pacientes”.

Ahora bien, sí advierte Moradiellos que, como en cualquier nueva técnica, la formación y la experiencia resultan fundamentales. “Nuestro interés es que cada vez más cirujanos torácicos dominen las técnicas robóticas, y estamos comprometidos con la formación de nuestros compañeros de especialidad”, remarca.

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