El año en el que Vox y el PP rompieron y el PP probó pactos con Junts para desgastar a Sánchez
El PP termina el año con sensación de victoria y preparado para dar la batalla en 2025. De pronto, ha logrado dos objetivos en lo que va de 2024: alejarse de Vox y tejer una mayoría alternativa en el Congreso que sirve para debilitar a Pedro Sánchez. Ambos movimientos apuntalan la hoja de ruta de los populares, que pasa por ensanchar sus bases tanto por su derecha como por la izquierda.
Los populares comenzaron 2024 gobernando en cinco autonomías con Vox, pacto que éstos rompieron cinco días después de las elecciones europeas -donde los de Santiago Abascal bajaban significativamente en todas las provincias donde gobernaban con el PP- a causa de la crisis migratoria. Vox se plantaba en los gobiernos de Baleares, Aragón, Comunidad Valenciana y Extremadura, como protesta por las negociaciones del PP con el PSOE para tratar de alumbrar un pacto migratrorio que todavía sigue sin cerrar. Ante este movimiento de Abascal, el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, se plantó y continúa con la misma posición de no ceder a "chantajes". Así, el presidente del PP quiso lanzar un mensaje a Vox en su balance de final de año esta misma semana. "Tendrá que decidirse si quiere facilitar el cambio en España o quiere impedirlo. Si lo que quiere es hacer oposición al PP o al señor Sánchez. A veces sus comportamientos son contradictorios y confusos", aseguró ante los medios de comunicación.
Dentro del PP existe la sensación de que Vox busca más "hacer oposición" a Feijóo que trabajar por derrocar a Sánchez. Es por ello que llaman a los de Santiago Abascal a decidir que posición quieren tomar. Aun así, el PP busca ya reconducir sus relaciones con el partido de Santiago Abascal, consciente de la necesidad de contar con ellos para llegar a Moncloa ante un hipotético adelanto electoral. Es por eso que si bien en público exhiben distancia, en privado, comienza a recoserse esa relación. Según ha adelantado Artículo 14, este mismo mes se celebró una comida entre una delegación del PP y otra de Vox para desatascar las relaciones encalladas. Los mensajes de Feijóo se entienden así, en este sentido. El líder del PP ha reclamado a Vox acalarar cuál es su objetivo. "Nosotros tenemos como único objetivo abrir una época de esperanza en nuestro país. Y por eso no vamos a perder el tiempo en nada que no sea presentar un Gobierno alternativo al desgobierno que vive España", apuntó Feijóo, entonces.
A la vez, el PP ha encontrado una nueva forma de erosionar al Gobierno. Y pasa por buscar el acercamiento con los socios tradicionales de Sánchez, como PNV y Junts, sobre todo en materia económica. Así, los populares lograron deshacer la reforma fiscal del PSOE en el Senado y pactar con estos partidos varias enmiendas con las que lograron tumbar la prórroga que planteaba el Gobierno al impuesto energético. Con esto, en el PP se mostraron satisfechos de evidenciar la "debilidad parlamentaria de Pedro Sánchez". A la vez, en el PP no ocultan la posibilidad de llegar a nuevos pactos con Junts en el futuro, pero califican estas alianzas de "puntuales" y con el objetivo claro de desgastar al Ejecutivo, y dejar claro que ya no existe una "mayoría de investidura". Todo haciendo equilibrios, pues el "coqueteo" del PP con Junts causa recelos en algunas comunidades como en Madrid y Cataluña.
Esto ha soliviantado a Vox, quien este martes acusó a los populares de cometer el "error" de "crear falsas expectativas" al acercar posturas con Junts y hacer creer a los españoles que va a haber alguna posibilidad de "derrocar" el Gobierno. En una entrevista en RNE, la portavoz de Vox en el Congreso, Pepa Millán, aseguró que los españoles "no quieren un gobierno "de la mano de (Carles) Puigdemont, ni del Partido Socialista, ni del Partido Popular. A su juicio es una "absoluta barbaridad" y es "engañar a los españoles". Vox opta por hacer una "oposición absoluta, total y frontal" pero que el PP está saliendo "al rescate" del PSOE "cada vez que tiene ocasión", dijo.