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Ni aceite ni sal: cómo hacer que las patatas fritas no se peguen al freírlas, según el chef profesional Dani García

Las patatas fritas son un clásico universal en la cocina, una guarnición que alegra un plato de comida, por muy poco que nos pueda llegar a gustar. Sin embargo, conseguir que nuestras patatas queden perfectas puede ser todo un reto. Una de las dificultades más comunes es que se adhieran entre sí durante la fritura, que se nos peguen en la sartén, lo que compromete que obtengan la textura ideal que buscamos.

Para evitar este problema, el reconocidísimo chef malagueño Dani García comparte un método sencillo para evitar este problema sin necesidad de ingredientes extraños ni técnicas complejas.

Esto es lo que hace que se peguen las patatas

El secreto radica en un componente natural de las patatas: el almidón. Este actúa como un 'pegamento' al liberarse durante el corte y, en contacto con el aceite caliente, provoca que las patatas se peguen entre sí. Para combatir este efecto, el chef recomienda un paso básico pero crucial: el uso de agua antes de freírlas.

El truco comienza lavando las patatas recién cortadas para eliminar el exceso de almidón en la superficie. A continuación, se sumergen en un recipiente con agua fría durante un mínimo de 30 minutos. Este paso no solo reduce la cantidad de almidón restante, sino que también ayuda a lograr una fritura más uniforme y libre de adherencias.

Después del remojo, es indispensable secarlas. Utilizar un paño limpio o papel absorbente de tal manera que no queden restos de humedad. Esto no solo evita que el aceite salpique al añadir las patatas, sino que también permite una cocción controlada y segura.

La clave es la temperatura

Otro factor que influye significativamente en el resultado final es el calor del aceite. Mantenerlo entre 170C y 180C asegura que las patatas se cocinen de manera uniforme: doradas y crujientes por fuera, y suaves por dentro. Si la temperatura es más baja, absorberán demasiado aceite; si es más alta, el exterior se quemará antes de que el interior esté bien cocido.

Aunque no se recomienda añadir sal durante la fritura, echar una pizca sobre las patatas recién hechas potencia su sabor y ayuda a mantener su textura crujiente. Este pequeño detalle puede marcar la diferencia en el plato terminado.

De esta manera, si sigues los pasos para preparar en casa unas patatas fritas perfectas, según Dani García, es más fácil de lo que parece. Lavarlas, remojarlas, secarlas y controlar la temperatura del aceite son pasos simples pero efectivos que garantizarán un resultado digno de un chef profesional.

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