La IA afectará a más de un 20% del empleo en el corto plazo
La inteligencia artificial (IA) avanza a mayor velocidad de la esperada y va a tener un impacto disruptivo en el mercado laboral en el corto plazo, con muchos sectores y profesiones expuestas a su transformación, e incluso su desaparición, incluyendo programadores informáticos, periodistas, analistas financieros o representantes de atención al cliente. Al menos los estudios realizados hasta ahora creen que, al mismo tiempo, se generarán nuevas tareas y ocupaciones gracias a la innovación y a la reconfiguración de procesos laborales. Con el avance de la IA se redefinirá el valor de las competencias existentes, algunas habilidades se volverán obsoletas, mientras que surgirán nuevas competencias necesarias. Pero es evidente que el impacto en el empleo será importante.
Así lo constata el último estudio del Instituto Vrain de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV), que determina que en España hasta el 22% del empleo está expuesto al golpe de la IA, con mayor o menor impacto dependiendo de la provincia. La investigación, basada en datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), indica que la IA tiene «una capacidad real de transformar el trabajo en todo el país» y que esta exposición es «estructural», al mantenerse estable en los años analizados, 2021 y 2022.
Los lugares con mayor incidencia de la IA en el empleo son Madrid y Barcelona, donde la exposición se acerca al 22% máximo. En el extremo opuesto se sitúan Soria, Zamora, Teruel, Cuenca y Palencia, con valores entre el 17,5% y el 18,5%. Las diferencias se explican por el peso de las actividades económicas, dado que «las zonas urbanas y terciarizadas concentran más empleos susceptibles de ser transformados por la IA, mientras que las regiones con más agricultura, manufactura tradicional o construcción presentan un impacto menor», señala el informe.
También confirma que la exposición a la inteligencia artificial está vinculada a «patrones productivos consolidados». Por ejemplo, el corredor centro-mediterráneo (Madrid, Barcelona, Valencia, Alicante y Málaga), junto con Las Palmas y Santa Cruz de Tenerife, registra los niveles más altos debido al protagonismo del comercio, los servicios avanzados, la educación, la sanidad y el sector de la información. Por el contrario, comunidades como Castilla y León, Castilla-La Mancha y Aragón muestran una exposición por debajo de la media nacional.
El estudio revela también una brecha de género clara: el empleo femenino está entre 1,3 y 3 puntos porcentuales más expuesto a la IA que el masculino, llegando a superarse este margen en territorios muy terciarizados, han destacado las mismas fuentes. Las mujeres se concentran en sectores con mayor aplicabilidad de la IA –educación, sanidad, servicios administrativos, comercio o actividades sociales– y están infrarrepresentadas en empleos menos expuestos, como la construcción, el transporte o las industrias extractivas.
Las provincias donde la IA tiene mayor impacto en el empleo femenino son Madrid, Baleares, Santa Cruz de Tenerife, Barcelona, Cantabria y Málaga, alcanzando o superando el 21,5%. En el caso de los hombres, la exposición es menor, y en provincias como Madrid, Las Palmas, Barcelona o Santa Cruz de Tenerife se sitúa en torno al 20%-21%, mientras que en la España interior baja al 16,5%-18%, debido al peso de la industria y la construcción.
El informe, elaborado por los investigadores Antoni Mestre, Xavier Naya, Manoli Albert y Vicente Pelechano, destaca que esta radiografía del impacto de la IA permite «anticipar desigualdades territoriales y de género, orientar programas de recualificación y apoyar políticas de transición justa». En este sentido, Antoni Mestre destaca que en un momento en el que España está desplegando estrategias nacionales de digitalización e inteligencia artificial, como la Estrategia Nacional de IA (ENIA) o el Perte de la Nueva Economía de la Lengua o planes de digitalización, «contar con este análisis es necesario para asegurar una transición justa». «La IA tiene el potencial de aumentar la productividad, mejorar servicios públicos y generar oportunidades de empleo cualificado, pero también puede intensificar desigualdades, si no se anticipan sus efectos de manera integral», añade.
Para José Luis Martín, director general de Accenture, la IA generativa provocará un incremento de la productividad de entre un 0,4% y un 1,3% en los próximos años, así como el aumento de 4.000 millones en beneficios corporativos asociados a la entrada de estos modelos de IA en los negocios. Y la banca será uno de los sectores en los que más se innovará. «Ya estuvo a la cabeza en la IA tradicional que se usaba para el ‘‘scoring’’ de riesgo y ahora también se están buscando los modelos de uso para la IA generativa», incide Martín. Por ello, muchas «startups» buscan ahora crear nuevos modelos que aporten soluciones de IA muy concretas para industrias específicas, como puede ser la banca, adaptándose a sus necesidades tecnológicas o regulatorias. El 88% de las empresas utiliza ya la IA en al menos una función del negocio, frente al 78% de las que lo empleaban en 2024, según recoge el informe de McKinsey. El informe confirma una expansión «prácticamente universal» de la IA en las empresas, aunque esta adopción no se traduce todavía en «una madurez generalizada».
El impacto a la baja sobre los salarios
Los salarios medios en las empresas que más utilizan la inteligencia artificial han caído un 4,5% respecto a los de las compañías con menos exposición, un descenso que se eleva al 6,3% en el caso del personal júnior, según un informe de la escuela de negocios IESE. Este efecto sobre los salarios de empresas norteamericanas, demuestra que además de reducir los sueldos, las empresas que trabajan en el ámbito de la tecnología de la información, consultorías y servicios financieros han reducido también la proporción de empleados júnior, mientras que han aumentado la de contratados de nivel intermedio, siendo los perfiles sénior son los únicos estables.