Vivan los novios
Ninguna de las costosas campañas de imagen del Gobierno vasco podrá alcanzar el impacto de esa algarabía espontánea que los aficionados del Athletic dedicaron a la pareja de novios que salía de la Catedral de Sevilla en vísperas de la final de la Copa del Rey. Aquella anécdota simbolizó la comunión entre la afición bilbaína y la capital andaluza, una ciudad que recibió con cierto reparo a las hordas rojiblancas y que terminó viendo con simpatía el alegre éxodo norteño en lo que podría ser, como diría Bogart, el comienzo de una hermosa amistad. Читать дальше...