La primera vez que Sánchez sacó a pasear « la perra gorda » fue en la sesión del 20 de diciembre. Hacía frío, Sabina tocaba en Madrid y todos nos preparábamos para la primera nochebuena con villancicos de Shane MacGowan, pero sin Shane MacGowan. El presidente comparecía para hacer balance de la presidencia de turno y, en un momento del debate, ofreció a Feijóo sentarse a hablar. Se enzarzaron en una dialéctica absurda: que si para hablar de esto o de lo otro, que si antes de Navidad o ya después de Reyes, que si en tu casa o en la mía. Читать дальше...