Hay quienes dicen que se cierran librerías, y hay quienes responden que también se abren. Sin prisa, pero sin pausa. Lo mismo que hay quienes han aprendido a exportar una fórmula de relacionarse con los libros que inventaron sus abuelos hace más de un siglo, y que ahora presumen de tener presencia en media España. Desde Coruña hasta Cartagena, pasando por Salamanca, Madrid o Barcelona. Es el caso de Santos Ochoa, l ibreros e impresores de Logroño, algunas de cuyas librerías se han convertido en pequeños... Читать дальше...