Heraldos en carnaval
La saturación de procesiones extraordinarias ha tenido su paroxismo en 2024. Si descontamos la Magna, que ha sido un acontecimiento histórico y de indudable éxito, la explosión cofradiera sevillana de este año no tiene parangón. Ni la lluvia en Semana Santa, que frustró lo mejor de la ciudad, logró frenar la estadística de salidas procesionales para conmemorar efemérides a veces cogidas con alfileres. Es obvio que el exceso daña la esencia. Y también lo es que la ciudad no puede sostener económicamente este desbordamiento callejero... Читать дальше...