Terremoto en Japón: Activada alerta de tsunami tras un seismo de 7,4 grados
En la mañana del 1 de enero, Japón se vio sacudido por un
terremoto de 7,4 grados. El epicentro se localizó en la prefectura de Ishikawa,
situada en el corazón de la isla principal de Japón, Honshu. Desde entonces, se
ha registrado al menos una réplica en la misma zona, lo que ha llevado a las
autoridades a mantenerse en alerta máxima.
Inmediatamente después del terremoto, las autoridades
activaron una alerta de tsunami, advirtiendo a los ciudadanos sobre la
posibilidad de olas de hasta cinco metros. Esta advertencia se centró
principalmente en la costa occidental del país, que se encuentra más cercana al
epicentro del terremoto.
Las primeras señales de este pronosticado tsunami ya han
comenzado a llegar. En la ciudad de Wajima, situada a unos 500 kilómetros al
oeste de la capital, Tokio, las primeras olas de aproximadamente 1,20 metros
fueron registradas a las 16.21 hora local (7.21 GMT). Los habitantes de la
ciudad fueron rápidamente advertidos para alejarse de las costas y buscar
refugio en terreno elevado.
Los pronósticos actuales estiman que las olas podrían alcanzar hasta cinco metros de altura en la prefectura de Ishikawa, y hasta tres metros en las prefecturas cercanas de Fukui, Toyama, Hyogo, Niigata y Yamagata. Estas predicciones, sin embargo, podrían cambiar a medida que los científicos continúan monitoreando la situación.
En respuesta al terremoto y la subsiguiente alerta de
tsunami, la empresa Tokyo Electric Power (TEPCO) ha anunciado que está
revisando el estado de su central nuclear de Kashiwazaki-Kariwa, situada en la
prefectura de Niigata. Esta central nuclear es la mayor del mundo en cuanto a
capacidad de generación, pero ha permanecido desactivada desde 2011. Ese año,
un fuerte terremoto y tsunami golpearon el noreste del país, resultando en un
desastre nuclear en la planta de Fukushima.
Las repercusiones del terremoto también se han sentido en el
sistema de transporte del país. Los servicios ferroviarios en el noreste del
país y en el centro y norte de la costa occidental han sido suspendidos como
medida de precaución.
Ante estos eventos, el primer ministro de Japón, Fumio
Kishida, ha convocado a un gabinete de crisis, que se encargará de gestionar la
respuesta del gobierno a la situación y de coordinar los esfuerzos de ayuda y
rescate.