Rusia presiona y cuenta con el pesimismo de Occidente para ganar en Ucrania
Los objetivos de Rusia en Ucrania permanecen sin cambios mientras continúa su presión sobre Ucrania con la esperanza de que Occidente abandone el apoyo a la nación invadida. Si bien la determinación de los ucranianos de luchar sigue siendo fuerte en ausencia de alternativas viables y de ningún interés por parte de Rusia en negociaciones de una paz justa, su posición y moral también dependen críticamente de las decisiones de sus aliados, que son mucho más grandes que Rusia en términos económicos pero parecen haber perdido el sentido de urgencia en ayudar a Ucrania.
"La estrategia de Rusia en esta fase de la guerra es absolutamente clara y transparente", escribe Myjailo Podoliak, asesor de la administración del presidente Zelenski. Según uno de los principales portavoces de Ucrania, Rusia busca hacer disminuir la voluntad de la coalición internacional de seguir apoyando a Ucrania, buscando “evitar una derrota” y la “responsabilidad por sus crímenes de guerra”.
La estrategia de Rusia es multifacética y se centra en varias operaciones clave tanto dentro como fuera de Ucrania, cree. Rusia continuará sus ataques contra la población civil en toda Ucrania y específicamente en las zonas de primera línea, en un intento de infundir miedo y obligar a los ucranianos a someterse a las demandas de Rusia.
Al menos once personas murieron el sábado en uno de los ataques más recientes, en la ciudad de Pokrovsk, en la región de Donetsk, entre ellos cinco niños. Según las autoridades locales, hasta el momento sólo se han encontrado tres cadáveres después de que se retiraron 100 toneladas de los edificios completamente destruidos. Estos ataques tienen como objetivo "provocar desastres humanitarios y lograr los objetivos reales (genocidas) de la guerra", según Podoliak.
Mientras tanto, Rusia también continúa su presión a lo largo de la línea del frente, apoyándose en sus “ataques de carne”, llamados así por la supuesta falta de respeto a las vidas humanas de sus propios soldados, que buscan abrumar a la defensa ucraniana con su gran número. Rusia necesita al menos algunos resultados en el campo de batalla, sostiene Podoliak, para justificar la movilización interna y la militarización.
Sólo en las últimas 24 horas, se produjeron 29 combates en diversas partes de la línea del frente, en el este y en el sur. Las tropas ucranianas tienen que recurrir al uso de drones suicidas, que explotan al contacto, para repeler los ataques rusos en partes de la línea del frente. Tienen que utilizar municiones de artillería con mucha moderación, a causa de los retrasos en la ayuda militar de Estados Unidos y la UE.
La presión rusa sigue siendo más fuerte en Avdiivka, donde intenta rodear la ciudad, mientras que también continúan los intentos de expulsar a las fuerzas ucranianas de su posición en la orilla oriental del Dnipro.
Rusia no revela el número de sus soldados fallecidos en combates. La OTAN estima las bajas rusas, entre muertos, heridos y mutilados, en más de 300.000 en casi dos años de la invasión a gran escala. Recientemente, un grupo de esposas y familiares de reservistas se dirigieron al presidente ruso Vladimir Putin para que suspendiera la movilización indefinida. Mientras tanto, Putin recibió el domingo la Navidad, que se celebró por parte de cristianos ortodoxos, en compañía de familiares de soldados caídos y prometió apoyar a los familiares de los soldados que combatieron "heroicamente" en defensa de " los intereses del país".
Según Podoliak, Rusia también actuará en el ámbito internacional uniendo fuerzas con regímenes como el de Irán y Corea del Norte, que le han estado suministrando armas, como los drones kamikazes de largo alcance "Shahed" y misiles balísticos, para atacar ciudades ucranianas.
Podoliak también espera "un fuerte aumento de los esfuerzos de propaganda (de Rusia)" para difundir narrativas pesimistas en el extranjero, así como intentos de influir en los resultados de las elecciones en "países democráticos clave".
"Rusia invierte mucho dinero en diversos medios de comunicación en otros países, así como en las redes sociales", subrayó el domingo el presidente Zelenski, señalando que contrarrestar la "desinformación rusa en todo el mundo" sigue siendo uno de los principales desafíos. Medios en partes “del mundo civilizado”, incluida América Latina, aceptan los mensajes de propaganda rusa y los presentan como la verdad.
También advirtió que Rusia ha aprendido “cómo evadir” las sanciones internacionales, ya que Ucrania continúa encontrando múltiples componentes de producción extranjera en misiles y drones rusos interceptados. “Desafortunadamente, Rusia recibe la ayuda de las empresas manufactureras o empresas intermediarias que se encuentran en la misma Europa, Estados Unidos y en todas partes”, subrayó Zelenski.
La coalición de países que apoyan a Ucrania sigue siendo mucho más poderosa que Rusia y sus aliados, subrayan los funcionarios ucranianos. El PIB combinado de Occidente es 21 veces mayor, escribe Dmytro Kuleba, ministro de Asuntos Exteriores. Señala que detener la agresión de Rusia no es una cuestión de recursos sino de que Occidente “crea en sí mismo y defina un objetivo claro de victoria sobre el enemigo que nos amenaza a todos”. Es ingenuo creer que Rusia no se atrevería a atacar a un país de la OTAN si tuviera éxito en Ucrania, advierte el ministro.