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Musk contesta a las acusaciones sobre las presuntas adicciones que ponen en riesgo sus empresas: "Si las drogas mejoraran mi productividad, las tomaría"

Elon Musk ha respondido a las acusaciones de The Wall Street Journal que achacan su comportamiento errático y sus decisiones empresariales cuestionables al consumo de drogas ilegales. En un mensaje en su red social, X (antes Twitter), Musk explicó que la NASA le pidió someterse a tres años de controles aleatorios, después de que el empresario apareciera en el podcast de Joe Rogan fumando marihuana, en 2018. "No se encontró ni rastro de drogas o de alcohol", escribió Musk en la mañana del domingo en respuesta a un usuario de X comentando el artículo de The Wall Street Journal.

En respuesta a otros usuarios de la red social que posee, Musk ironizó con la publicación del medio y dijo que, a la vez que se producían los supuestos episodios de drogas de los que le acusan, llevó a Tesla a ser la compañía automovilística más valiosa del mundo y a SpaceX a ser la compañía espacial más valiosa del mundo. "¡Lo que sea que esté haciendo, obviamente debería seguir haciéndolo!", dijo y añadió: "Si las drogas ayudaran a mejorar mi productividad neta con el tiempo, ¡definitivamente las tomaría!".

 

Según The Wall Street Journal, fuentes cercanas al fundador de Tesla y Space X están preocupadas por su uso continuado de LSD, ketamina, cocaína, éxtasis y setas alucinógenas en fiestas privadas en las que los asistentes tenían que firmar acuerdos de confidencialidad o abandonar sus móviles a la entrada.

Uno de sus abogados aseguró al medio que el empresario se somete regularmente a pruebas de drogas en SpaceX -ya que al tener contratos gubernamentales, el uso de drogas ilegales supondría una violación de las políticas federales- y que "nunca ha fallado ningún test". Fue precisamente durante un evento de SpaceX para desarrollar el prototipo del Big Falcon Rocket en el que Musk actuó en el escenario sin sentido y tuvo que ser relevado por Gwynne Shotwell, presidenta de la empresa.

Según fuentes cercanas a Musk, Linda Johnson Rice, exdirectora de Tesla, "se sintió tan frustrada con el comportamiento volátil de Musk y sus preocupaciones sobre su consumo de drogas que no se presentó a la reelección para la junta directiva de la compañía de automóviles eléctricos en 2019″, indicó The Wall Street Journal. La actual presidenta de Tesla, Robyn Denholm, habría recurrido al hermano de Musk y miembro de la junta de Tesla, Kimbal Musk, en busca de ayuda.

Musk, de 52 años, ha recibido críticas casi constantes por su comportamiento errático, y en especial tras la compra de la red social Twitter, en 2022. Desde entonces, la plataforma ha sufrido numerosas transformaciones, ha cambiado de nombre, y sufre un boicot de anunciantes después de que el propio Musk publicara un mensaje apoyando una teoría de la conspiración antisemita.

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