Inspección de Hacienda: estos son los consejos que debe seguir para afrontarla
En el momento menos oportuno puede llegarles a las familias y las empresas una notificación de la Agencia Tributaria en la que les avisen de una inspección. Una inspección de Hacienda es un procedimiento de carácter administrativo en el que se comprueba e investiga si se están cumpliendo con las obligaciones fiscales y así evitar, o detectar fraudes a la administración.
Cuando una persona recibe la notificación de que la Agencia Tributaria va a llevar a cabo una inspección fiscal, la investigación deberá concluir en un plazo de seis hasta un máximo de 18 meses según las circunstancias. No obstante, este plazo podrá extenderse hasta 27 meses, tal y como establece el artículo 150 de la Ley General Tributaria (LGT), siempre y cuando ocurra algunas de las siguientes circunstancias:
- Que la Cifra Anual de Negocios del obligado tributario sea igual o superior al requerido para auditar sus cuentas.
- Que el obligado tributario esté integrado en un grupo sometido al régimen de consolidación fiscal o al régimen especial de grupo de entidades que esté siendo objeto de comprobación inspectora.
El procedimiento inspector puede extenderse durante años, por ello, desde Legálitas comparten una serie de consejos para afrontar una inspección de Hacienda:
- Lo primero será abrir un dossier en el que se incluya toda la información clave del proceso a seguir, los plazos, etcétera.
- Será necesario que el que recibe la notificación conozca sus derechos y deberes.
- Preparar la documentación para poder responder a cualquier solicitud de la inspección. Por tanto, será útil contar con declaraciones, autoliquidaciones, comunicaciones de datos, solicitudes presentadas para cualquier impuesto, así como documentos relacionados con la contabilidad, libros de cuentas, facturas, justificantes, y demás. En este sentido, desde Legálitas explican que se deberán organizar y clasificar "meticulosamente los documentos según los impuestos y los períodos correspondientes, asegurándote de que no falte ninguna información relevante".
- Acudir a un profesional para recibir asesoramiento y asegurarnos de que toda la documentación es correcta.
- Colaborar con Hacienda, ya que en el caso de que la inspección requiera acceder al negocio –previa autorización– se deberá dar acceso y mostrar colaboración aportando la información y documentos que solicite. Asimismo, el contribuyente podrá solicitar su identificación, pedir un aplazamiento si no dispone de toda la documentación requerida o estar acompañado por su asesor o abogado.
- Tras concluir la inspección, el inspector elaborará un acta detallando los resultados obtenidos. El contribuyente deberá solicitar el informe de acta, revisarlo y verificar si existen discrepancias entre lo que se declaró y lo constatado por el inspector.
- En el caso de estar de acuerdo, se podrá firmar y efectuar el pago de la eventual liquidación o sanción, sino, el contribuyente deberá hacer constar su disconformidad en el acta y presentar posteriormente un recurso.