Jaén: un paraíso interior para una experiencia única
La provincia jiennense reúne infinidad de recursos naturales y patrimoniales en un entorno poco masificado que la convierten en un auténtico paraíso interior. Jaén posee una oferta de calidad, rica y diversa a la que en los últimos años se han sumado dos nuevos y potentes atractivos: la mejor gastronomía y el oleoturismo, ya que esta tierra es el escenario ideal para vivir experiencias ligadas a la milenaria cultura del olivar.
En Jaén, el viajero siempre encuentra motivos para volver. Entre otras muchas opciones, se pueden practicar actividades de turismo activo y de naturaleza gracias a que este territorio cuenta con la extensión de espacios protegidos más grande de España y cuatro parques naturales, entre ellos el de las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas, que es el segundo mayor del continente europeo. Junto a este espacio natural, son también de visita obligada el Parque Natural de Sierra Mágina, el de Sierra de Andújar y el de Despeñaperros.
Bosque humanizado
En este paraíso interior se encuentra el bosque humanizado más grande del mundo, integrado por los más de 66 millones de olivos que tapizan casi todo el territorio provincial. Un paisaje que parece infinito por momentos, que es único en el planeta y que diferencia a Jaén de cualquier otro lugar. Este mar de olivos es la puerta de entrada para el turista que quiera sumergirse en la cultura del olivar y del aceite de oliva, que convierte a Jaén en el destino idóneo para la práctica del oleoturismo.
Cerca de 150 recursos distribuidos por esta provincia andaluza conforman una experiencia turística que cada vez gana más adeptos atraídos por la excelsa calidad de los aceites de oliva jiennenses, los mejores del mundo. Unos aceites de oliva virgen extra que elaboran con mimo los productores jiennenses, que aspiran a lucir en sus botellas la etiqueta Jaén Selección, que concede anualmente la Diputación Provincial a los 8 mejores AOVEs de cada cosecha.
Si tanta actividad agota las fuerzas del viajero, Jaén también ofrece spas y balnearios para descansar y, sobre todo, una excepcional gastronomía que se ha situado como un importante reclamo turístico gracias al buen hacer de una nueva generación de restauradores que sacan el máximo partido a los productos de calidad que se elaboran en esta tierra y al aceite de oliva virgen extra. Precisamente a partir de este producto básico de la dieta mediterránea se articula una oferta culinaria que despunta a nivel nacional, ya que en el último lustro cinco chefs jiennenses han logrado una estrella Michelin, certificando así la excelencia de la cocina jiennense.
Tradición y vanguardia confluyen en estos fogones para deleitar al viajero con una gastronomía en la que junto al oro líquido jiennense se pueden degustar excelentes carnes de monte, embutidos, quesos, dulces y productos de huerta. Muchos de ellos pueden tomarse en las famosas tapas, pequeños y exquisitos bocados que permiten saborear lo mejor de esta tierra.
Joyas arquitectónicas
Junto al bosque de olivar jiennense se esconde un patrimonio natural, cultural e histórico de gran singularidad y belleza. Algunas de las ciudades y pueblos de la provincia de Jaén atesoran verdaderas joyas arquitectónicas, y sin duda, el mejor Renacimiento del sur de Europa. Úbeda y Baeza, ciudades Patrimonio de la Humanidad, son los máximos exponentes de este estilo junto a la Catedral de Jaén.
La privilegiada situación geográfica de la provincia, cruce de caminos entre el norte, el sur y el este de la Península, situó a Jaén como una tierra de frontera que hoy concentra el mayor número de castillos y fortalezas de Europa. El visitante puede viajar a otras épocas siguiendo la Ruta de los Castillos y las Batallas del Reino de Jaén, que reúne buena parte de las atalayas mejor conservadas de la provincia, entre las que destacan los castillos de Baños de la Encina, Alcaudete y Segura de la Sierra o la fortaleza de La Mota en Alcalá la Real.
Viaje en el tiempo
Y si de viajar en el tiempo se trata, el paraíso interior jiennense es el mejor lugar para conocer la primera civilización que dejó su huella en el territorio peninsular. A través del producto turístico «Viaje al tiempo de los íberos» y de sus distintas paradas, cualquier turista puede conocer cómo vivió y entendió la vida este pueblo que dejó en la provincia de Jaén infinidad de vestigios y un legado que no tiene parangón en nuestro país, como se puede comprobar en los yacimientos de Cástulo (Linares), Puente Tablas (Jaén), Cerrillo Blanco (Porcuna) o Toya, en Peal de Becerro.
Ligadas a estos productos turísticos, el viajero tiene al alcance numerosas propuestas culturales y de ocio en los distintos municipios jiennenses, con festivales de música, danza y teatro, actividades que trasladan al viajero a la época del Medievo o el Renacimiento, o la recreación de acontecimientos que han cambiado el curso de la historia española.