La Comisión Europea no propone nuevas medidas de calado para aplacar la ira agrícola
Las protestas de los agricultores europeos han tenido un eco relativo en la cumbre celebrada este jueves en la capital comunitaria. Bruselas ve con preocupación cómo el malestar de los agricultores puede incrementar el apoyo a formaciones de tinte euroescéptico, en plena cuenta atrás de las elecciones europeas que se celebrarán este 9 de junio, pero poner medidas no resulta tan fácil. Al ser preguntada sobre la respuesta europea ante este malestar, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha recordado que la semana pasada la institución que preside dio el pistoletazo de salida de un “diálogo estratégico” con el sector en un intento de aplacar la “polarización”. Se espera que las reuniones con una treintena de organizaciones presentes en toda la cadena alimentaria se prolonguen durante el verano y que las conclusiones sirvan para perfilar una reforma de la Política Agrícola Común (PAC) de cara a la segunda legislatura. En el corto plazo, el Ejecutivo comunitario presentará una propuesta para reducir el papeleo. “Soy sensible a la petición de reducir la carga administrativa”, ha asegurado la política alemana. Se espera que la iniciativa se publique en las próximas semanas.
Este miércoles Bruselas hizo un gesto para paliar el descontento al proponer derogar el barbecho durante todo 2024 de manera retroactiva desde el 1 de enero, lo que significa que los agricultores no estarán obligados a tener sus terrenos sin cultivar durante los próximos 12 meses. Podrán plantar cultivos fijadores del nitrógeno como lentejas, guisantes o habas o cultivos intermedios en el 7% de sus tierras cultivables. Además, aunque la Comisión Europea ha prorrogado durante un año más el acuerdo de libre comercio con Ucrania que le permite introducir en el mercado europeo todos sus productos sin aranceles ni cuotas, también ha puesto en marcha una serie de disposiciones para proteger a los productos más sensibles como aves de corral, huevos y azúcar. Esto significa que si las importaciones de estos productos superaran ciertas cantidades, se volverían a imponer aranceles para garantizar que los volúmenes de importación no superen las cifras de años anteriores.
Pero todo indica que aminorar la ira del sector no va a ser fácil. Las quejas son muchas. Los agricultores europeos quieren salarios justos y consideran que las políticas para luchar contra el cambio climático promovidas por Bruselas les perjudican, lo que se une a sus quejas por lo que consideran competencia desleal a través de los acuerdos de libre comercio que la UE firma con países terceros. Bruselas teme que esto derive en una fractura entre campo ciudad ante unos agricultores y ganaderos que se sienten incomprendidos e ignorados por las élites urbanitas. Según los datos que maneja el propio Ejecutivo comunitario, la UE ha perdido cuatro millones de explotaciones en 10 años y este clima de desesperación en el campo europeo constituye un caladero de votos para los partidos de tinte euroescéptico.
Todas las miradas están ahora puestas en el acuerdo de Mercosur (Argentina, Brasil, Uruguay, Paraguay y Bolivia) que las asociaciones agrícolas consideran una provocación. El problema reside en que las capitales europeas están divididas. Mientras, Alemania y España defienden el acuerdo, Francia se opone. La Comisión también quiere sacar este pacto adelante. “Estoy a favor de los acuerdos de libre comercio, también del de Mercosur", ha declarado el canciller alemán, Olaf Scholz después de recordar que el Ejecutivo comunitario cuenta ya con un mandato en nombre de los Veintisiete. Sobre las reservas de algunos socios, Scholz ha defendido que la política comercial europea es "importante" especialmente en el plano estratégico y ha defendido la firma de "más acuerdos de libre comercio". En este sentido, ha lamentado que la adopción del pacto con Mercosur "avance tan lentamente" .
En este cumbre, también se han colado las polémicas palabras de la exministra francesa Ségolène Royal sobre el tomate español. Pedro Sánchez la ha invitado a acudir a España para que pruebe cualquiera de las variedades de tomate español. "Verá que el tomate español es imbatible", ha asegurado. Royal aseguró que los tomates bios españoles eran “incomibles”. El presidente del Ejecutivo español también aprovechó el encuentro para condenar ante el presidente francés, Emmanuel Macron, el ataque a los transportistas y a los productores españoles. En España, el ambiente de protestas sigue más calmado que en otros países, con concentraciones nuevamente en diferentes zonas, como en la provincia de León, Zamora y en Sevilla. Este viernes, Asaja, COAG y UPA se reunirán con el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, para solicitar cambios en la PAC mientras barajan un gran protesta en Madrid.