La Fiscalía de la Audiencia Nacional deja en manos del juzgado la investigación por apalear a un muñeco de Sánchez
La Fiscalía de la Audiencia Nacional ha archivado las diligencias que abrió para investigar el apaleamiento del muñeco de Pedro Sánchez en Ferraz durante la pasada Nochevieja. La teniente fiscal, Marta Durántez, acuerda la medida tras haber constatado que un juzgado de Madrid ya instruye una causa por estos mismos hechos tras recibir el pasado 22 de enero el atestado policial que recoge lo sucedido esa noche en las inmediaciones de la sede del PSOE. El Ministerio público remitirá al instructor las diligencias preprocesales para que se incorporen a la causa.
Fue la Fiscalía General del Estado la que trasladó a la Audiencia Nacional la denuncia presentada por el PSOE, que califica lo sucedido como constitutivo de delitos de odio, injurias, amenazas, desórdenes públicos y reunión o manifestación ilícita, considerando que la competencia debía recaer en la Audiencia Nacional.
En el decreto de archivo, la fiscal recuerda que, según consta en la denuncia, alrededor de 300 personas se concentraron en las inmediaciones de la sede del PSOE y algunas de ellas "con el fin de protestar por los pactos de partido socialista durante este año, colgaron un muñeco o figura que se asemejaba al actual presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y procedieron "a golpearlo de forma repetida al tiempo que proferían expresiones de descalificación contra el mismo".
El PSOE denunció que entre esas expresiones se incluían las que siguen: "Pedro Sánchez hijo de puta", "puto rojo el que no vote es", o "1,2,3, colgado de los pies", "todo el Gobierno a prisión", "socialistas, puteros y machistas".
La denuncia socialista refería que algunos de los asistentes -convocados por la organización Revuelta para "tomar las uvas" en Ferraz- insultaron "grave y reiteradamente" a Sánchez, apaleando "con objetos contundentes" al muñeco, tratando de identificarlo "con la Alemania nazi, lo que según su criterio supone una "reiterada incitación al odio" tanto frente al PSOE como respecto a sus representantes, militantes y simpatizantes e ideología.
Unos hechos que, se quejaba la formación socialista, constituyen un delito de injurias contra la autoridad, o de injurias y amenazas graves al Gobierno de la Nación, e incluso de amenazas a Pedro Sánchez de forma individual con el agravante de "discriminación ideológica". En definitiva, se quejaba de una supuesta "incitación a la violencia" contra el presidente del Gobierno y su partido.