Shein, el gigante textil chino, baraja trasladar su salida a Bolsa de Nueva York a Londres por los obstáculos de EE UU
El gigante textil chino Shein cambia de rumbo en su estrategia para salir a Bolsa tras las dificultades para dar el salto a Wall Street. La compañía, que aún no cotiza en ningún parqué, estaría considerando la posibilidad de cambiar su oferta pública para cotizar en la Bolsa de Londres en lugar de Nueva York debido a los obstáculos del regulador bursátil estadounidense.
Fuentes consultadas por Bloomberg apuntaron que Shein, fundada en China, pero actualmente con sede en Singapur, se encontraría en las primeras etapas de explorar la opción de Londres, ante la posibilidad de que la Comisión de Bolsa y Valores (SEC) de Estados Unidos no apruebe su salida a Bolsa. La tensión comercial entre EE UU y China sigue activa y, de hecho, el senador republicano Marco Rubio solicitó el pasado mes de enero a la SEC que bloquease la oferta de Shein de cotizar en la Bolsa de Nueva York hasta que la firma revelase información adicional sobre sus operaciones comerciales ante “los graves riesgos de hacer negocios” en China. Pese a estas trabas, Shein estaría aún trabajando en su solicitud para cotizar en Estados Unidos, que sería su opción preferida.
La cadena textil necesitaría presentar una nueva solicitud de cotización en el extranjero ante los reguladores chinos si decidiera cambiarse a Londres o a otro lugar, señalaron las fuentes, añadiendo que podrían considerarse otros lugares, incluidos Hong Kong o Singapur.
A finales del pasado año, Shein registró una solicitud confidencial para cotizar en Estados Unidos a través de una oferta pública inicial que podría tener lugar a lo largo de 2024. Una tramitación confidencial permite a las empresas comunicarse con la SEC y realizar los ajustes necesarios en la presentación al margen del escrutinio público. De tal modo, el folleto de la oferta sólo se haría público una vez que la empresa esté lista para dar el salto al parqué.
Según indicaron a la cadena CNBC fuentes conocedoras de la operación, Shein habría elegido ir de la mano de Goldman Sachs, JPMorgan y Morgan Stanley como principales suscriptores de la oferta. Shein cuenta con el respaldo de grandes inversores, incluido el fondo soberano de Abu Dabi Mubadala, el grupo de capital riesgo Sequoia China y el grupo de capital privado General Atlantic.
En caso de llevarse a cabo finalmente la transacción, sería la mayor de una empresa china desde el debut en Wall Street de Didi, que llegó a la Bolsa de Nueva York en 2021, valorada en más de 68.000 millones de dólares (62.735 millones de euros). Desde entonces, las salidas a la Bolsa de EE UU de empresas chinas han sido contadas. Shein podría alcanzar una valoración de 90.000 millones de dólares (81.800 millones de euros), cerca de otro gigante de la moda mundial como es la española Inditex, que cuenta con una capitalización bursátil de unos 128.000 millones de euros.
En 2023, los ingresos de la firma de "fast fashion" habrían superado los 30.000 millones de dólares (casi 27.400 millones de euros), según anunció uno de sus principales socios, Jamie Salter, consejero delegado de Authentic Brands Group (ABG). Como referencia, la facturación de Shein en 2022 fue de 21.000 millones de euros. Además, sus previsiones para 2025 son aún mayores: ventas cercana a los 60.000 millones de dólares (65.275 millones de euros) y un beneficio de 7.500 millones de dólares (6.909 millones de euros), según Financial Times.
El gigante, fundado en la ciudad oriental china de Nanjing en 2008, tiene como seña de identidad que no dispone de una red de establecimientos físicos -se centra en el comercio electrónico, con la excepción de tiendas físicas efímeras o "pop-up stores"-, y su apuesta por las redes sociales y los influencers para ganarse a las generaciones más jóvenes. Además, se caracteriza por no vender sus productos en el mercado local, sino que se centra en el extranjero, con EE UU como su principal foco de ventas, seguido por Europa.