Mujeres inquilinas, hombres propietarios: así se reparte el pastel del mercado de la vivienda
Mujeres inquilinas, hombres propietarios. Esta es la fotografía del mercado de la vivienda en España. ¿El motivo? El mismo de siempre: la brecha salarial. El demandante de alquiler tiene recursos económicos más bajos, precisamente por ello se ve obligado, en buena parte de los casos, a ser inquilino en lugar de propietario, ya que la compra de un inmueble conlleva una serie de exigencias de ahorro, ingresos y estabilidad económica. Por ende, al sufrir las mujeres mayor precariedad, parcialidad y desempleo, copan la demanda de alquiler.
Los datos lo corroboran. La brecha salarial en 2022, último dato disponible, fue del 15,7%. En 2022 las mujeres españolas ganaron de media 4.342,40 euros menos al año que los hombres, con salarios medios de 23.330,40 euros frente a los 27.642 euros que cobraron ellos. Asimismo, según la EPA del 4º trimestre de 2023, de los 2,87 millones de trabajadores a tiempo parcial, 2,12 fueron mujeres, mientras sólo 748.300 fueron hombres. En cuanto al paro, la tasa de los varones en el último trimestre de 2023 fue del 10,3%, mientras que la de las mujeres ascendió al 13,36%.
Así, el 60% de las personas que buscan alquilar una vivienda son mujeres frente al 40% de los hombres, mientras que el 53% de los propietarios son hombres, según datos del informe "Experiencia en alquiler en 2023" realizado por Fotocasa Research. Este desequilibrio en el reparto, además, va en aumento: el porcentaje de mujeres que buscaban alquilar una vivienda en 2021 era del 58% frente al 42% de hombres. Esta preeminencia de mujeres inquilinas se reproduce en casi todos los tramos de edad, especialmente en los más jóvenes. Resulta, además, abrumadora entre las personas de 18 a 24 años, donde ellas constituyen el 84%, 21 puntos porcentuales más que el año anterior.
Por edad, se observa que la media de los inquilinos o de los que pretenden serlo es de 39 años, lo que supone un incremento de tres años respecto a la edad de los inquilinos en 2019. De hecho, casi el 60 % tienen entre 25 y 44 años. Por lo que se refiere al nivel de ingresos de los inquilinos, se aprecia que el grupo que tiene unos ingresos brutos anuales de 1.000 euros o menos sigue decreciendo.
Uno de los cambios más relevantes entre los demandantes de alquiler, es que aumentan quienes viven con sus padres en dos puntos porcentuales en tan solo dos años (del 15% en 2021 al 17% en 2023). Una muestra de las dificultades para emanciparse que sufren cada vez más ciudadanos jóvenes. Además, también se aprecia un incremento en el perfil socioeconómico alto (+2 puntos porcentuales) y bajo (+9 puntos) de los demandantes, y cómo desciende el perfil medio (-10 puntos) en comparación con el año anterior.
En el otro lado del mercado, el de los propietarios, el predominio corresponde a los hombres, con un 53% de presencia frente a un 47% de mujeres. En cuanto a su edad, más de seis de cada 10 son mayores de 45 años. Esto explica la gran diferencia entre edad media de inquilinos y arrendadores, que alcanza los 10 años, situándose la de estos últimos en los 49 años.
Además, casi siete de cada 10 arrendadores (69%) disfrutan de un estatus socioeconómico alto o medio alto. Una situación que también se ve reflejada en los ingresos brutos mensuales, de manera que vuelve a constatar se que existe una gran correlación entre ingresos y propiedad.
Para la directora de Estudios y Portavoz de Fotocasa, María Matos, este desequilibrio entre hombres y mujeres muestra que "las mujeres, con niveles socioeconómicos más bajos demandan alquiler, al no poder acceder a la compra. También se refleja cómo la edad de estas inquilinas va aumentando año tras año". La brecha de género en el mercado de la vivienda se ha ensanchado por los cambios macroeconómicos ocurridos en 2022 y 2023 sumados al aumento del precio de los alquileres.