¿Orinas lo suficiente? ¿Es de color muy amarillo? Aquí los principales mitos sobre la orina
A la orina en muchas ocasiones no le damos la importancia que se merece. Este desecho que produce nuestro cuerpo puede aportarnos numerosísimos datos sobre nuestro estado de salud, pero como decimos, no solemos prestarle atención. ¿Crees que orinas lo suficiente o que tu orina está bien? Lee este artículo para saber a ciencia cierta qué es lo que debes conocer sobre tu orina realmente.
Para ello, el doctor Ramón Delgado Lillo, jefe del servicio de Nefrología del Hospital Universitario Ruber Juan Bravo, nos aclara las principales dudas que pueden surgir en torno a la misma y a sus mitos, que no son pocos. Así, recuerda que la orina es más importante de lo que pensamos porque representa la principal vía de eliminación del agua y de las substancias de desecho de nuestro cuerpo: “El riñón es el principal órgano de depuración de organismo”.
Por eso, dice que la transparencia de la orina, su color, olor o incluso la presencia de espuma pueden determinar si padecemos una enfermedad de riñón o una enfermedad sistémica que afecte al riñón. Desde la antigua Grecia, la observación de la orina aportaba mucha información sobre nuestro estado de salud. En el siglo dieciséis tenían paletas de colores para observar la orina. Ahora sabemos que la mejor forma de detectar precozmente enfermedades del riñón es la determinación de creatinina en sangre y de albúmina en orina. Con esas sencillas y baratas determinaciones podemos detectar si hay daño renal, afirma el Dr. Delgado Lillo.
El color de la orina, en una persona sana, va a depender del grado de hidratación. Será amarilla, más o menos oscura, si hemos bebido suficiente. Pero el Dr Delgado Lillo recuerda que hay enfermedades renales en las que se pierde la capacidad de concentración y se mantiene siempre muy clara, como agua, porque elimina pocos productos de desecho.
¿Orinamos lo suficiente?
Luego está otro aspecto clave, si orinamos lo suficiente o no y cuántas veces de media se considera lo idóneo. “En primer lugar, tenemos que distinguir entre la capacidad de producir orina y la forma de eliminación de la orina. La capacidad de producir orina depende del riñón, de la situación hemodinámica de la persona (sobre todo la tensión arterial) y del grado de hidratación. El riñón elimina agua y substancias de desecho, para lo que necesita un aporte de líquidos suficiente para formar la orina”.
En cuanto a la forma de eliminar la orina depende de las vías urinarias, de la capacidad de la vejiga, y de su forma de contraerse”, detalla el jefe del servicio de Nefrología del Hospital Universitario Ruber Juan Bravo. Así, nos preguntamos sobre cuántas veces hay que orinar al día, a lo que el doctor responder que todo dependerá del líquido que se beba y de la capacidad de la vejiga de cada uno, tal y como aclara el especialista.
“De todas formas, una persona sana ha de procurar beber entre litro y medio y dos litros de líquido al día. Mucho más si hace ejercicio, hace calor o tiene fiebre. Además, hay que acostumbrarse a orinar cada 2-3 horas durante el día; aparte de que hay que beber lo suficiente para tener ganas de orinar en ese tiempo. No es bueno aguantar mucho tiempo con la vejiga llena, ya que de esta manera se facilitan las infecciones urinarias”, agrega el doctor.
Otro de los importantes mitos que rondan en torno a la orina es que si nos sentamos en el suelo podemos facilitar una infección de orina, a lo que este experto responde que “sentarse en el suelo no produce infecciones urinarias, pero la higiene sí es importante para evitarlas”.
Cuidado con los depurativos para el riñón
Además, ahora que están tan de moda los batidos détox para depurar los diferentes órganos y bajar unos kilitos en la báscula son muchas las personas que se preparan lo que se conocen como ‘depurativos’ para el riñón. ¿Hasta qué punto pueden ser peligrosos para nuestra salud?
Rotundamente están desaconsejados, asevera el especialista en Nefrología, dado que, según argumenta, se trata de productos con un efecto diurético, es decir, que facilitan la eliminación de agua, pero, pese a la creencia, “estos depurativos renales no eliminan las substancias de desecho, sino que sólo agua y pueden provocar deshidratación, que aumenta los productos tóxicos en el organismo”. Ocurre lo mismo con las personas que utilizan diuréticos para controlar el peso. Se deshidratan y bajan uno o dos kilos en un día, pero lo recuperarán inmediatamente, lo que genera un círculo de dependencia.
Con ello insiste en que este tipo de bebidas tienden a deshidratar a las personas sanas, pero no le aportan nada: “El riñón sano sólo necesita agua y sales, en cantidades adecuadas, para eliminar todo lo que hay que eliminar. No son necesarias esas depuraciones que vemos y nos anuncian. Por supuesto que son tremendamente nocivas para las personas con los riñones enfermos”.
Finalmente, el doctor Delgado Lillo recuerda la importancia de consultar con un especialista siempre que la orina sea diferente de lo habitual, presente alteraciones en el color o en sus características y éstas sean fuera de lo habitual. Sobre todo, si se acompaña de la presencia de sangre y síntomas como fiebre o dolor.