Caminar sobre brasas: la tradición tahitiana que promete purificar el alma y el cuerpo
"Umu tí" es un ritual tradicional polinesio llevado a cabo desde tiempos inmemoriales, que consiste principalmente en caminar sobre brasas y piedras volcánicas. Esta ceremonia espiritual, emblemática de la cultura ancestral "maohi", Sin embargo, hoy en día su celebración tiene un carácter simbólico, en el que todos los asistentes son invitados a participar. La caminata sobre las brasas no solo supone un acto de coraje y valentía, sino que depura el alma y el cuerpo, conectándolos con el Mana de Las Islas de Tahiti.
La ceremonia en la actualidad
El rito está orquestado por un tahua (gran sacerdote), quien permanece aislado en la montaña durante un tiempo, con el objetivo de preparase espiritualmente. Tras ello, supervisa la puesta en marcha de un ahimā’a, un horno tradicional tahitiano excavado en la tierra. Este horno se llena de madera seca, cocoteros y piedras volcánicas y arde durante uno o dos días, hasta que las piedras están al rojo vivo. Tras una serie de oraciones, cánticos y bailes tradicionales para santificar el rito y el espacio, el tahua invita a los presentes a caminar sobre las piedras como un acto de purificación del alma y del cuerpo.
La caminata sobre las brasas es precedida por una danza, seguida de la bendición de las piedras que se barren con hojas de Auti, una planta sagrada a la que la cultura "maohi" atribuye poderes mágicos. La experiencia deja una sensación única e inolvidable. El "Umu tí", además de un acto de purificación, es un evento de diversión, compuesto por música y comida tradicional polinesia. Los asistentes disfrutab también de la danza tradicional tahitiana Ori Tahiti, con sus típicos trajes vegetales y vibrar al ritmo de los cantos, los tambores y el sonido de las caracolas.
Por qué no se siente el calor
Caminar sobre brasas es una tradición que también se practica en España. Para celebrar la noche de San Juan, jóvenes atraviesan descalzos, muchas veces con alguien a cuestas, las brasas encendidas en lo que se conoce como el "paso del fuego", y salen ilesos.
La ciencia tiene su explicación del fenómeno, que tiene que ver con el tiempo de contacto entre el pie, la temperatura de las brasas, la capacidad de las diferentes sustancias de absorber calor y la conductividad de éste. Las brasas de carbón poseen una conductividad térmica baja. Por eso su capacidad para transmitir el calor a otros objetos con los que entran en contacto, como los pies, es baja.
Desde el punto de vista espiritual, el hecho de no quemarse se explica por el poder de la mente sobre la materia. "El poder de la mente sobre la materia es muy fuerte", expresó a la BBC la psiquiatra Judith Orloff. "Muchos misterios de sanación son posibles por el estado mental y los cambios bioquímicos que podemos generar". Esta experta aseguró que la voluntad del individuo puede cambiar la secreción de cortisona y adrenalina -las hormonas asociadas con el estrés- a las que producen relajación (endorfinas), sustancias que secretamos durante el ejercicio físico o la risa.
El origen de "Umu tí"
Hace cientos de años, los polinesios llevaban a cabo la ceremonia de "Umu ti", con el fin de prepararse para la transición de la temporada Matari’i i ni’a (época de abundancia) hacia Matari’i i raro (época de hambruna), marcada por la sequía durante los meses de mayo a noviembre.
Al igual que ahora, la ceremonia era supervisada por el tahua (gran sacerdote), dando comienzo con la preparación del horno. Sin embargo, en la antigüedad, horneaban tubérculos de Tī (un género de plantas nativas de Australia y Asia), con el fin de preservarlos para enfrentar los meses difíciles que se avecinaban. A este paso, le precedía la caminata sobre las brasas. Su objeto era verificar la presencia de los dioses durante el ritual. Si el tahua lograba resistir el calor de las piedras, significaba que los dioses le habían concedido el Mana necesario para cocinar el Tī, y, por tanto, garantizarían su conservación durante los meses de sequía.