Los conflictos conducen al mundo a la mayor carrera armamentística de la historia
El gasto militar mundial sigue disparándose y el año pasado alcanzó un nuevo récord por noveno año consecutivo. Así lo muestra el informe anual del Instituto Internacional de Investigación para la Paz de Estocolmo (SIPRI). La guerra de Ucrania, la escalada en Oriente Medio tras la ofensiva israelí en Gaza y la tensión en Asia entre China y Taiwán dibujan un escenario internacional marcado por la incertidumbre y la inseguridad.
En 2023, el gasto militar global ascendió a 2,4 billones de dólares (2,3 billones de euros), un 6,8% más en comparación con el año anterior, lo que representa un 2,3 % del Producto Interior Bruto (PIB) global.. Se trata del mayor aumento desde 2009, explica el informe. A la cabeza del gasto militar se sitúan Estados Unidos, China, Rusia, India y Arabia Saudí.
La guerra en Ucrania es una explicación, pero el gasto aumentó en todo el mundo, especialmente en Europa, Oriente Medio y Asia.
La presente carrera armamentística “es un reflejo del deterioro de la situación en términos de paz y seguridad en el mundo. Realmente no hay ninguna región en el mundo donde hubiera sido mejor”, explica Nan Tian, investigador del SIPRI.
El gasto militar de Ucrania casi iguala al de Rusia. Desde 2014, cuando Moscú se anexionó ilegalmente la península de Crimea, el gasto militar ruso, el tercero del mundo, ha aumentado un 57%. El año pasado ascendió a aproximadamente 109.000 millones de dólares.
Mientras, Ucrania gastó casi 100.000 millones de dólares en armas y otros gastos militares el año pasado. Eso incluye ayuda militar extranjera de unos 35.000 millones de dólares. Estas cifras muestran que el gasto militar de Ucrania corresponde aproximadamente al 90% del gasto de Rusia.
Tian señala que Ucrania (octavo en el ranking global) se ve obligada a gastar una cantidad equivalente al 37% del producto interno bruto del país y al 58% del presupuesto estatal en armas y ejército.
El gasto militar de Rusia, en cambio, asciende sólo al 5,9% del PIB del país. Por lo tanto, en comparación con Rusia, Ucrania no tiene margen para aumentar el gasto militar, añade Tian a la agencia France Presse.
"El aumento sin precedentes en el gasto militar es una respuesta directa al deterioro global en paz y en seguridad. Los Estados están priorizando la fuerza militar, pero se arriesgan a una espiral de acción-reacción en un panorama geopolítico y de seguridad más volátil", apunta el informe.
Estados Unidos mantiene su dominio incontestable con una inversión de 916.000 millones de dólares, un 2,3% más, y el 37 % del gasto global (tres veces más que China, segundo en la lista), así como un 68 % del de los 31 países miembros de la OTAN.
El estudio destaca la mayor inversión en defensa de los países europeos de la OTAN ante la creciente amenaza rusa, que ahora representa el 28% de la de toda la Alianza, el mayor nivel en una década, con once de ellos por encima del compromiso del 2% del PIB, el porcentaje que los aliados se pusieron como objetivo en la Cumbre de Cardiff para hacer frente a las nuevas amenazas globales.
Entre los aliados socios europeos, destaca Polonia que, con una subida interanual del 75%, registró el mayor aumento anual en Europa.
El gasto conjunto de los miembros de la OTAN ascendió a 1,34 billones de dólares, el 55% del total en el mundo. "Los últimos dos años de guerra en Ucrania han cambiado de forma fundamental las perspectivas de los Estados europeos sobre seguridad. Ese cambio en la percepción de la amenaza se refleja en dirigir crecientes partes del PIB al gasto militar", sostiene el SIPRI.
"Todos los miembros de la OTAN, excepto tres, han aumentado su gasto. Además, once de los 31 miembros de la OTAN han alcanzado o incluso superado su objetivo del 2 % del PIB, el más alto desde el final de la Guerra Fría”, subraya Xiao Liang, investigador del Programa para Gasto Militar y Producción de Armamento del SIPRI en declaraciones a la cadena alemana DW. “También con el ingreso de Finlandia y Suecia a la OTAN, asumimos que más países alcanzarán el objetivo y que el gasto global de los países miembros seguirá aumentando", añade.
En Asia, China gastó cerca de 296.000 millones de dólares, un 6% más y el 12 % del total, lo que supuso la mitad de la inversión en la región Asia-Oceanía y arrastró a otros países, según el SIPRI. Así, Japón (décimo), aumentó su gasto militar un 11% y, Taiwan, en alerta permanente por la amenaza china de reunificación por la fuerza, suma un 11%. El cuarto país a nivel mundial, India, subió su inversión un 4,3%, a 83.600 millones de dólares.
"El gasto de China ha aumentado de manera constante durante 29 años consecutivos, la racha más larga de cualquier país, en paralelo con el crecimiento económico, independientemente de las fluctuaciones en las tensiones geopolíticas o crisis globales, como la guerra en Ucrania o la covid", constata Xiao Liang.
Mientras, Oriente Medio registró la mayor subida en una década, un 9%, con Arabia Saudí (quinto del mundo) como líder regional, seguido por Israel (15º), que aumentó un 24% su gasto por su ofensiva a gran escala en la Franja de Gaza tras los ataques de Hamás el 7 de octubre de 2023.
"El amplio aumento en gasto militar en Oriente Medio en 2023 refleja la situación rápidamente cambiante en la región, de la mejora de relaciones diplomáticas entre Israel y varios países árabes en años recientes al estallido de una gran guerra en Gaza y el miedo a un conflicto regional", apunta el informe.
El SIPRI destaca que el aumento de los niveles de delincuencia ha provocado a su vez un mayor uso de la fuerza militar contra las bandas criminales en Centroamérica y el Caribe, lo que se tradujo en una subida del gasto del 54% en 2023. Así, en República Dominicana hubo una subida interanual del 14% en respuesta al empeoramiento de la violencia de las bandas en Haití.
"El uso de los militares para suprimir la violencia de bandas ha sido una tendencia creciente en la región durante años, ya que los gobiernos o son incapaces de resolver el problema con medios convencionales o prefieren respuestas inmediatas y, a menudo, más violentas", señala el SIPRI.
Brasil se mantiene como líder regional en Suramérica, y 18º país a nivel mundial, con un gasto de 22.900 millones de dólares, un 3,1% más que un año antes.
La misma tendencia se observa en África, continente lastrado por conflictos crónicos. República Democrática del Congo (RDC) duplicó el año pasado su gasto, a 794 millones, el mayor incremento mundial, que se explica por las tensiones con la vecina Ruanda. Sudán del Sur tuvo el segundo mayor incremento porcentual del mundo (78%), y superó los 1.100 millones de dólares.
Con la guerra de Ucrania "lejos de terminar", un Oriente Medio en ebullición y Asia sujeta a tensiones múltiples, el investigador del SIPRI anticipa que siga creciendo el gasto militar. "Esperamos que esta tendencia al alza continúe al menos unos años más", explica Tian.