Real Madrid, la máquina de ganar que construyó Florentino Pérez
El Real Madrid conquistó su Liga número 36, lo que hace la séptima de Florentino Pérez, que ha empezado a tomar carrerilla en lo de ganar campeonatos nacionales. Desde que está en la presidencia, al Real Madrid se le daba mejor ganar Champions, pero en está década de los 20 de este siglo se ha acostumbrado a mandar también en LaLiga. Probablemente porque ha construido una plantilla más constante, sin dejar de ser brillante en los momentos en los que hay que serlo. Para ganar en Europa hay que saber manejar los momentos a favor, como bien hace el Real Madrid, pero en el largo camino de LaLiga hay que tener una plantilla redonda que permita superar las diferentes adversidades que se van encontrando en el camino. Y el Real Madrid tiene, de largo, la mejor plantilla de España y está demostrando que también puede ser la mejor plantilla de Europa. Una plantilla que mezcla veteranos y jóvenes, futbolistas de la casa y otros que se hacen a ella enseguida.
Porque frente a los clubes continentales que pueden gastar sin mirar cuenta de resultados o los clubes de España que gastaron ya todo el dinero que podían en fichajes que no salieron, el Real Madrid hace tiempo que tiene una política muy clara en planificación deportiva y no se la salta por muy importante que sea el nombre del futbolista. Lo sabe muy bien Mbappé ahora, como lo conoció de primera mano Sergio Ramos el día que planteó un desafío en su renovación. Lo supo Marcelo cuando tras una temporada en el banquillo se le vio murmurar que merecía otro contrato. Porque los jugadores, como el resto de los humanos, nunca piensan que les ha llegado la hora del retiro, pero el club que les paga el sueldo tiene que mirar al futuro, incluso por encima de leyendas. Este Madrid, por ejemplo, ha ganado el campeonato y ahora tiene que plantearse qué sucede con Nacho, Lucas Vázquez, Modric o Joselu, entre otros. Habrá respeto a su papel y agradecimiento a su historia, pero también una clara línea roja que no se puede pasar.
Las salidas son una de la patas de la política deportiva; pero la fundamental, la que ha convertido al Real Madrid en lo que es, el reflejo de la primera época dorada de los años 50, son las llegadas, la política de fichajes. Desde el club blanco se dieron cuenta antes que casi nadie que ya no se podía competir en ofertas económicas contra los clubes europeos en manos de millonarios árabes (lo que se ha acentuado extremadamente con el impulso de la Liga de Arabia Saudí) y, por tanto, había que buscarse el camino por otro lado. Primero con un equipo de ojeadores global, con un conocimiento del mercado.
De Brasil llegaron Vinicius y Rodrygo adelantándose a otros clubes, de Francia, Camavinga y Tchouaméni; de Uruguay, Valverde; de Ucrania, Lunin. Todos jóvenes, todos, por tanto, apuestas de riesgo porque no estaban probados en una Liga como la española y sobre todo, no conocían la exigencia máxima que supone jugar en el Real Madrid, donde no se mira la edad a la hora de exigir. Güler ha sido el último en llegar y quedan pocos meses para que aterrice Endrick. La jugada era un cambio de ritmo radical, un modo de afrontar el futuro. Vinicius es el mejor ejemplo: si sale bien, si el futbolista demuestra madurez para superar los malos momentos, después la recompensa que obtiene es máxima.
Los jóvenes necesitan paciencia y la compañía de jugadores más contrastados. Pero para fichar a las figuras, ya no se puede ir con el dinero en la mano y traerse al jugador. Los fichajes llevan un trabajo continuo de convencer al futbolista y de, sobre todo, conocer el momento de empezar la ofensiva por el futbolista, cuando la cercanía del final de contrato baja considerablemente su sueldo.
El dinero, por supuesto, es una factor determinante, pero ante la igualdad de ofertas o incluso ante ofertas superiores, el factor Real Madrid, el peso de la camiseta, el reconocimiento por todo el mundo y el hecho indudable de que se consiguen títulos importantes, pesa mucho aún en la decisión de los futbolistas.
La leyenda también se construye día a día. Por eso Florentino Pérez impuso en el Madrid una política de exigencia absoluta, como corresponde a la historia del equipo. Así que cuando se gana la Liga número 36, en las oficinas del club ya están pensando en cómo ganar la Liga 37. La temporada futbolística empieza en agosto, la máquina, el motor que mueve al Real Madrid no para nunca.
Todos los títulos de fútbol de Florentino Pérez
- 7 Ligas: 2001, 2003, 2012, 2017, 2020, 2022 y 2024
- 6 Champions League: 2002, 2014, 2016, 2017, 2018 y 2022
- 3 Copas del Rey: 2011, 2014 y 2023
- 6 Mundial de Clubes: 2002, 2014, 2016, 2017, 2018 y 2022
- 5 Supercopas de Europa: 2002, 2014, 2016, 2017 y 2022
- 7 Supercopas de España: 2001, 2003, 2012, 2017, 2020, 2022 y 2024.