¿Puedo llevar a mi perro a una playa con bandera azul?
España liderará este verano, una vez más, el ranking de países con bandera azul, el distintivo que certifica la calidad de las playas. No obstante, para los dueños de mascotas este hecho puede resultar conflictivo, ya que prohíbe el acceso de los animales domésticos a las zonas de baño.
Este verano es el primero en el que está en vigor la ley de protección de los derechos y el bienestar de los animales, que recomienda facilitar la convivencia con especies de compañía en espacios públicos y, aunque es la Ley de Costas la que define y regula el dominio público marítimo-terrestre, esta norma no prohíbe la presencia de mascotas en la playa aunque algunos ayuntamientos lo hacen, informa Efe.
No obstante, para cumplir con los criterios bandera azul a nivel internacional uno de los requisitos que se exige es que el municipio asegure con una ordenanza municipal la prohibición de animales domésticos en la playa (o zona de baño galardonada con el distintivo) durante la temporada de baño, con la excepción de los perros guías para personas con deficiencias visuales.
Así lo aseguró el presidente de la Asociación de Educación Ambiental y del Consumidor (Adeac), José Palacios, tras recordar que los criterios son internacionales y los motivos en línea con las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) se refieren a temas de salud personal y animal, además de medioambientales, para evitar excesiva «presión» sobre la naturaleza. Explicó que, según estudios de la OMS, «existen riesgos microbiológicos para la salud humana asociados a la presencia de excrementos de los perros en las playas, sobre todo para niños».
Asimismo, hizo alusión a la propia salud de los perros, sobre todo en verano, debido a las altas temperaturas que alcanza la arena, lo que les puede repercutir negativamente (deshidratación, afección a las almohadillas de las patas, intoxicación por alta concentración de sodio del agua de mar, intoxicación por algunas algas, etc.).
También influye la protección del ecosistema de la playa, sobre todo si hay dunas, donde habitan especies vegetales y animales, especialmente aves (algunas en peligro de extinción). Estas especies «necesitan estar protegidas», entre otros motivos porque cada vez son más las personas que quieren llevar sus perros a la playa y se genera una presión enorme sobre la avifauna que depende de este medio, tanto para alimentarse, descansar o criar.
«El aumento de la presencia de perros en los arenales con dunas genera una presión destacable en la supervivencia de la avifauna, sobre todo en época de cría», según palacios. «Nosotros en España vamos a continuar con el criterio de no permitir perros en nuestras playas, aunque el requisito es internacional», añadió el presidente de Adeac, tras recordar que en cualquier caso es «un tema recurrente en muchos países».
La asociación recuerda que el debate de la presencia de los perros en las playas es un tema que, pese a todo lo expuesto, se seguirá planteando dada la evolución social y teniendo en cuenta que no se sabe qué pasará en los próximos años con las regulaciones sobre convivencia con animales.
Por el contrario, existen voces discrepantes en algunos entornos respecto a la exclusión de los animales domésticos para el reconocimiento de dicha distinción en las playas. Así, según la abogada Amparo Requena, de INTERcids, asociación de operadores jurídicos para la protección legal de los animales, «los juristas vamos a intentar recomendar a la organización que concede la bandera azul que adecúe sus criterios a la realidad del momento».
Explica que en la sociedad española las mascotas son cada vez más numerosas, otro miembro más de las familias y estas quieren compartir tiempo y ocio juntas.
En su opinión, los criterios de la organización que asigna las banderas azules están incluso “contraviniendo las recomendaciones de nuestra legislación estatal”, en referencia a la reciente ley de protección de los derechos y el bienestar de los animales, que recomienda que se facilite la convivencia con animales domésticos en espacios públicos.
Muchos ayuntamientos pierden el aliciente de priorizar con sus ordenanzas el acceso de animales domésticos a las playas si para acceder al distintivo de bandera azul tienen que prohibirlo, lamentó.