Yolanda Díaz se arriesga a la irrelevancia si se cumplen los sondeos
Si hay elecciones en Cataluña, hay un responsable directo, que, a todas luces, sufrirá en la noche electoral del domingo las consecuencias. Los comuns-Sumar. Fueron los responsables del adelanto electoral al rechazar los presupuestos autonómicos de Pere Aragonès al no aceptar el macroproyecto del Hard Rock para Cataluña. El partido catalán de Yolanda Díaz confiaba que ese golpe de efecto tuviese un efecto favorable en las urnas, pero, todo apunta a lo contrario.
El voto en contra a los presupuestos de ERC no es el único factor que hace terminar la campaña de los comunes con unas encuestas en las que podrían incluso quedarse como máximo con cuatro escaños. El periodo de reflexión del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, es el segundo de los condicionantes que ha hecho al núcleo duro de Yolanda Díaz prepararse para lo peor, mientras que al inicio de campaña imperaba la calma al confiar en la resistencia en las urnas por ser un partido consolidado en Cataluña. Y es que en la formación magenta ya culpan sin tapujos al PSOE de haber iniciado una estrategia de reagrupación del voto entorno a los socialistas, la cual sume en una incertidumbre sin precedentes a la izquierda alternativa. Y es que, los expertos demoscópicos en Sumar han detectado una concentración del voto en el PSC, lo cual podría acabar fagocitando a los comunes. Denuncian, de hecho en el partido una marginación por parte del PSOE en el Gobierno, la cual les deja con mínima posibilidad de rédito electoral en las urnas.
Ante este escenario, Sumar activó pronto su nueva hoja de ruta de desmarcarse del PSOE en Moncloa aprovechando la causa palestina. Sin embargo, el partido de la vicepresidenta ha salido derrotado en este órdago, lo cual, les ha debilitado todavía más en la campaña. Ni la exigencia del reconocimiento inmediato a Palestina como Estado, la retirada del premio nacional de Tauromaquia por parte del Ministerio de Cultura o los buenos datos en empleo y el acuerdo con los sindicatos sobre la reforma del subsidio de desempleo hacen subir en las encuestas a los comunes en estos momentos.
Ante este escenario, la implicación de la vicepresidenta segunda ha sido total en campaña electoral para arropar a su candidata a presidenta de la Generalitat, Jéssica Albiach. En total ha participado en tres actos de campaña, incluido el día de cierre, remendando su estrategia en País Vasco, donde decidió borrarse de la foto final ante los vaticinios de catástrofe. Díaz trató ayer desde Cornellà de Llobregat (Barcelona) apelar al votante progresista, mostrándose como garantía de un gobierno sin Junts. Instó al candidato del PSC, Salvador Illa, a decir claramente que no pactará con Junts. Los comunes fían todo a que los números den para reeditar un gobierno tripartito con el PSC y ERC, un escenario que ninguno de los actores interpelados contempla, ante la posibilidad de que el PSC pueda gobernar con el apoyo de los republicanos.
Los comunes confían en retener sus ocho escaños de 2021, aunque ayer las perspectivas oficiales bajaban a seis. Lejos queda los años dorados cuando lograron en 2015 once diputados y trece en 2012.
Ahora mismo, los fontaneros de Sumar ven el peligro real de que el proyecto político de Díaz quede en la irrelevancia tras dos avisos previos; Galicia y País Vasco. Ello tendría unas consecuencias letales para el reciente proyecto, que tras las generales no ha encontrado ningún dato electoral que les impulse a consolidar su proyecto. En esta ocasión, no podrán culpar de sus resultados a la división del voto de izquierdas por la candidatura de Podemos, dado que renunció a presentarse. Será, además el próximo mes en las elecciones europeas donde ambos medirán sus fuerzas. Los morados se juegan su supervivencia y Yolanda Díaz el liderazgo de la izquierda alternativa al PSOE.