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Una Liga entre Cibeles y Girona

Una Liga entre Cibeles y Girona

El Real Madrid ha sido un campeón indiscutible, mientras que los de Míchel, con un gran fútbol, han bajado del podio al Atlético de Madrid

Ha sido la Liga de Bellingham y del Girona, aunque el inglés no vaya a ser Pichichi y el equipo de Míchel no haya ganado el título. El gran fichaje del Real Madrid no es un goleador, pero comenzó la temporada marcando en los cuatro primeros partidos de Liga y en los cuatro primeros de la Liga de Campeones que disputó. Parecía lanzado a por el trofeo de máximo goleador e incluso a por la Bota de oro, pero su producción se paró en la jornada 11. El Real Madrid jugaba el clásico en Montjuïc y Jude marcó los dos goles con los que su equipo dio la vuelta al partido y a la Liga. Aquel día, el 28 de octubre, el Real Madrid supo que ganaría la Liga y, aunque los goles del inglés siguieron llegando, lo hicieron de manera más espaciada.

Bellingham brilló en los comienzos de la temporada y después acabó integrado en el equipo como uno más. Ese es el mérito del Real Madrid de Ancelotti, que todos han aceptado su lugar en el equipo. Desde Vinicius, que ha compartido el protagonismo con Bellingham, a Modric, que ha asumido su papel como actor secundario.

La Liga ha sido solo de uno, del Real Madrid, que no ha tenido rival verdadero, pero el equipo que más ha llamado la atención ha sido el Girona. Con canteranos del Real Madrid, cedidos del Barcelona, jóvenes del universo City y fichajes sorprendentes como Dovbyk ha discutido la segunda plaza de la Liga, y la disputa de la Supercopa de España la próxima temporada, al Barcelona hasta el último momento.

Pero lo mejor de todo es que ha reconciliado al espectador neutral con el fútbol. Ningún partido de la jornada era tan divertido como los del Girona, que se ha pasado el campeonato remontando, incluso ante equipos como el Barcelona, dos veces, o el Atlético de Madrid en un espectacular encuentro para comenzar el año.

Cuando jugaba el Girona no había lugar para el aburrimiento. Nada era previsible. Pero el equipo que llegó a la parte de arriba de la clasificación a base de remontadas acabó perdiendo la segunda posición por un gol del Alavés en el tiempo de prolongación que daba el empate al equipo vasco a falta de tres jornadas para el final del campeonato. Pero Míchel y su equipo dejan una temporada llena de alegrías para la vista y una clasificación histórica para la Liga de Campeones.

Durante gran parte de la temporada ha discutido con el Barcelona el segundo puesto de la Liga. Pero lo que para el Girona es un éxito, para el club azulgrana es un desastre. La temporada del Barça ha acabado convertida en un circo que recuerda los mejores tiempos de los 80, con Núñez y con Gaspart al mando. Laporta pertenece a esa estirpe de presidentes ochenteros, pero con 40 años de retraso. Le gusta una buena actuación delante de las cámaras como la que hizo para confirmar a Xavi en el banquillo el próximo curso. Pero con la misma facilidad puede apartarlo del banquillo y tener que pagarle la indemnización.

No ha sido una temporada sencilla para el Barcelona, que ha perdido por lesión a Gavi y a Balde y que durante gran parte del ejercicio no ha podido contar con Ter Stegen y con De Jong. Además, Pedri nunca ha acabado de tener continuidad por las lesiones que le complicaban entrar en la lista de De la Fuente para la Eurocopa hasta la semana pasada.

Xavi puede que tenga que despedirse de su club de toda la vida, pero lo hará como Koeman, con resultados discutibles, con menos títulos de los que se espera de un club como el Barcelona, pero con una generación de jóvenes que prometen un futuro mejor. Los de Koeman fueron Gavi, Pedri y Balde; los de Xavi, Lamine Yamal, Cubarsí y Fermín.

Tampoco el Atlético ha mejorado la temporada del Barcelona. Desde el primer curso completo de Simeone en el banquillo, el equipo rojiblanco no bajaba del tercer puesto que este año le ha arrebatado el Girona. Pero lo peor es que nunca ha estado en condiciones de ganar la Liga. En enero ya se había despedido del título y si no hubiera sido por unos excepcionales números en su estadio la Liga de Campeones también se le hubiera escapado. Y para confirmarlo, acabó el curso en su casa con la mayor goleada recibida en la historia del nuevo Metropolitano, el 1-4 ante Osasuna.

Especialmente dura ha sido la temporada para los equipos andaluces. Mientras el Betis se agarraba a la última plaza de clasificación para Europa, la de la Conference League, el Sevilla se quedaba fuera de Europa al primer suspiro y con la única preocupación en la Liga de no descender. El objetivo lo ha cumplido, pero está lejos de parecerse el equipo que cada año peleaba por entrar en la Champions y que ganaba una Liga Europa detrás de otra. Esta vez el espectáculo ha estado más en la gestión, en la pelea familiar de los Del Nido, que en el campo.

El Cádiz se unió al Almería y al Granada en la penúltima jornada para confirmar que bajan los tres equipos andaluces, algo que nunca había sucedido.

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