World News in Spanish

¿Por qué Carolina Marín no llevará la bandera en los Juegos Olímpicos?

Es uno de los momentos más especiales de los Juegos Olímpicos. Un acto de inauguración que se lleva todos los focos y que en esta ocasión, en París, llevará al planeta a recorrer el Sena en los 205 barcos desde los que los deportistas saludarán a espectadores para dar la bienvenida a quince días del mayor espectáculo deportivo. Muchos son los deportistas que sueñan con estar a la cabeza de la delegación de su país, pero pocos los que pueden conseguirlo. Para este 2024, serán el piragüista Marcus Cooper y la regatista Támara Echegoyen, ratificados por el COE. Son los que relevan a Saúl Craviotto y a Mireia Belmonte , abanderados en Tokio 2020. Hay requisitos, como el de tener el mejor palmarés, y obstáculos organizativos que, muchas veces, chocan, precisamente, con el anhelo de mejorar ese currículo olímpico. Es lo que ha ocurrido en esta ocasión con Maialen Chourraut . Pocas vitrinas olímpicas mejores que la suya, pues cuenta con una medalla de oro de Río 2016, una plata de Tokio 2020 y un bronce de Londres 2012. Pero la piragüista ha renunciado a llevar la bandera y liderar a la delegación española por una cuestión de calendario: compite al día siguiente y prefiere estar fresca para seguir acumulando trofeos con sus bajadas en aguas bravas. Es el mismo caso que con Carolina Marín . La jugadora de bádminton, oro en Río 2016 y premio Princesa de Asturias de los Deportes, contaba con el aplauso del Comité para portar la bandera y con la ilusión propia, pero también tiene su primer partido al día siguiente de la inauguración. «Me encantaría ser la abanderada, aunque hay que tener en cuenta que compito al día siguiente de la ceremonia y en esta hay que estar ocho o nueve horas de pie. Si desde el COE pudiesen hacer algo para cambiar el horario o proponer jugar el segundo día, lo facilitaría en caso de que me propusiesen. Pero si serlo va a poner en peligro mi gran objetivo, sin ninguna duda tendré que decir que no», advertía Marín. Se perdió la cita de Tokio por una lesión y no quiere desaprovechar esta oportunidad de seguir convirtiéndose en la mejor jugadora de la historia. No hay que olvidar que, como dice Marín, la ceremonia de apertura es un espectáculo de varias horas de espera, y de pie, pues aunque en París no se organice en el estadio olímpico, se realiza una cabalgata de barcos de todos los países, en orden alfabético, y que discurrirá por todo el Sena. Lo que no es lo más recomendable si se disputa la prueba justo al día siguiente.

Читайте на 123ru.net