El Ibex navega sin rumbo
En el plano empresarial, la farmacéutica Rovi lideró las subidas impulsado por el gran interés de varios fondos por entrar en la puja de una participación de sus negocios de venta a terceros
La bolsa española cerró en negativo por segunda sesión consecutiva y vuelve a cotizar al borde los 11.000 puntos. La recuperación de Nvidia cortó el riesgo a que la corrección del gigante tecnológico se extendiera al resto del mercado, aunque esto podría ser un aviso de sobrecalentamiento del mercado en el caso de que los resultados no cumplieran con las expectativas. Los inversores europeos continúan a la expectativa de los resultados de la primera vuelta de las elecciones en Francia.
En el plano empresarial, la farmacéutica Rovi lideró las subidas impulsado por el gran interés de varios fondos por entrar en la puja de una participación de sus negocios de venta a terceros. Le siguió Aena, que estuvo apoyada por una mejora de su precio objetivo por parte de un banco de inversión. En el plano negativo, Acciona fue el más perjudicado, seguido de IAG que no quiso confirmar su vuelta al dividendo. La aerolínea española está centrada en completar la absorción de Air Europa y reforzar los servicios.
El miembro del Consejo de Gobierno del BCE Olli Rehn, sorprendió al afirmar que ve razonables las apuestas de otros dos recortes para este año. A pesar del reciente repunte de inflación, el crecimiento de los salarios y los conflictos geopolíticos, continúa confiando en la estabilidad de los precios. El consenso de mercado otorga un 75% de posibilidades a dos recortes, el próximo podría llegar en septiembre u octubre en el caso de que la inflación se mantenga cerca del objetivo.
En otros mercados, el petróleo se mantuvo estable a la espera del dato de inventarios en Estados Unidos. El dólar alcanzó su nivel más alto desde principios de noviembre. Respecto a los datos económicos, las ventas de viviendas nuevas cayeron a medida que los precios elevados y las tasas hipotecarias aún altas mantuvieron a raya a los posibles compradores. El yen cayó a su nivel más bajo desde 1986, lo que estimuló las apuestas de una nueva intervención.