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Tailandia: el corazón del sudeste asiático

Tailandia: el corazón del sudeste asiático

Dominicana tours estrena circuitos por este maravilloso destino con guías especializados y vuelos directos desde Madrid

Anclado en el corazón del sudeste asiático, Tailandia lo tiene todo listo para recibir a sus visitantes y cautivarles desde el mismo instante de su llegada. Da igual cuál sea su plan de viaje. Poner un pie en la «tierra de las sonrisas», como es conocido, significa enamorarse irremediablemente de la belleza exuberante de sus paisajes, la hospitalidad y las costumbres de sus gentes y el fascinante contraste que se produce cuando la tradición y la modernidad se entrelazan en un baile eterno.

Este país, que limita con Camboya y Laos al este, Myanmar al oeste y Malasia al sur, es un lugar mágico que promete una excitante aventura para los sentidos y al que es posible viajar con todas las garantías y con vuelo directo desde Madrid de la mano de Dominicana Tours, que acaba de estrenar este destino en 2024 con circuitos muy variados y guías especializados en todo el país a precios de lo más atractivos. Sin duda, una opción perfecta para las vacaciones.

La costa del antiguo Reino de Siam se extiende hacia el golfo de Tailandia, mientras que la costa oeste está bañada por el mar de Andamán. A diferencia de otros países del sudeste asiático, es el único que no ha sido colonizado y que ha mantenido su independencia, un detalle que sus habitantes sienten con mucho orgullo, ya que les ha permitido mantener su cultura, su historia y su estilo de vida tradicional.

Este destino combina la modernidad de sus ciudades con la riqueza cultural y la tranquilidad de sus paisajes naturales. Desde sus templos dorados hasta sus playas paradisíacas, cada rincón de Tailandia ofrece una experiencia única e inolvidable.

Su capital, Bangkok, es la ciudad más grande y poblada del país, además de una de las más importantes a nivel mundial. Muchos la definen como «la ciudad que nunca duerme» por su animada vida callejera nocturna. Combina tradición y modernidad a partes iguales, con sus mercados flotantes, sus templos y sus rascacielos imponentes.

El viajero no puede dejar escapar la oportunidad de adentrarse en Rattanakosin, la zona histórica de la metrópolis tailandesa, de paso obligado porque alberga algunos de sus atractivos turísticos más importantes, como los majestuosos templos dorados del Gran Palacio, la que fuera residencia oficial del Buda Esmeralda, o el templo de Wat Pho, famoso por su gigantesco Buda Reclinado.

Otros de sus imprescindibles son sus dos pulmones verdes: Sanam Luang y Lumphini Park, que ofrecen un respiro tanto a su extensa población de más de 10 millones de habitantes como a los miles de turistas.

Si hay una cualidad que destaca de Tailandia es su profunda espiritualidad, que se refleja en sus numerosos templos repartidos por todo el país. Ciudades como Chiang Mai y Ayutthaya son tesoros culturales, repletos de antiguos templos y ruinas que cuentan la historia de la nación. En todos estos lugares de culto se respira una sensación de paz y serenidad que envuelve a todos los visitantes en un sentimiento místico.

Por supuesto, las inmensas e idílicas playas constituyen otro de los grandes tesoros de Tailandia. Lugares como Phuket, Krabi y las islas Phi Phi son mundialmente conocidos por este motivo. Estas últimas, ubicadas en el mar de Andamán, al sur del país, son un verdadero paraíso marino. Este pequeño archipiélago incluye seis islas que merecen la pena ser exploradas para contemplar sus montañas de piedra caliza, los frondosos árboles que las cubren, las pintorescas ensenadas y, cómo no, las playas de arena blanca y fina, con aguas cristalinas de color turquesa que el viajero tiene posibilidad de surcar a bordo de un bote para admirar los arrecifes de coral y la vida marina.

Por otra parte, la agenda cultural supone un buen aliciente turístico. Festivales tradicionales como el Songkran (Año Nuevo Tailandés) y el Loy Krathong (Festival de las Linternas) permiten a los viajeros adentrarse en la riqueza cultural y las arraigadas tradiciones de Tailandia.

Gente hospitalaria

No obstante, entre los abundantes y hermosos reclamos de Tailandia hay uno que destaca sobre el resto: la hospitalidad de su gente. Los tailandeses son conocidos por su amabilidad y disposición a ayudar. Todos, sin excepción, se esfuerzan para que el viajero se sienta bienvenido y como en casa.

Estamos ante un destino que promete aventuras memorables, experiencias culturales enriquecedoras y una cálida hospitalidad. Tailandia cuenta con un gran repertorio de ingredientes para complacer a todos sus visitantes por igual. Se trata de un lugar idílico tanto para turistas que quieren vivir la inmersión en una gran ciudad como quienes desean hallar la serenidad de un templo antiguo o de una playa aislada. Este país tiene algo para todos. Imposible no enamorarse locamente y caer rendido a los pies de la magia de la «tierra de las sonrisas».

Más información y reservas en la página web www.dominicanatours.com.

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