World News in Spanish

Malestar en el campo francés: «No podemos ir a peor con Reagrupación Nacional»

Malestar en el campo francés: «No podemos ir a peor con Reagrupación Nacional»

Christophe, criador de aves en Aveyron, personifica el malestar del campo con las políticas ecológicas que da alas a Le Pen

Tractores con la fotografía de Jordan Bardella, el delfín de Le Pen candidato a primer ministro, deambulando en protesta contra las políticas de la Unión Europea. La imagen se produjo el pasado mes de febrero, en pleno estallido de la crisis agrícola, en las calles de Rodez, la capital del departamento de Aveyron en el sur de Francia, un lugar que muestra a la perfección la transformación política de la Francia rural en los últimos años. Una Francia que tradicionalmente ha estado encarnada en la imagen del ex residente Chirac. Un voto conservador tranquilo de una derecha gaullista que venía a simbolizar el contrapunto a los extremistas de Jean Marie Le Pen, herederos de aquella Francia de Vichy, estado títere de la Alemania nazi, del mariscal Pétain. La metamorfosis del campo francés ha sido un proceso acelerado en los últimos años en la que se ha pasado de aquel voto conservador por Los Republicanos al reinado actual del Reagrupamiento Nacional. En este departamento de Aveyron, el 94% de sus comunas ha elegido a los de Le Pen en las últimas elecciones europeas del 9 de junio y en el total del departamento la ultraderecha superó en más de veinte puntos a la derecha tradicional, otrora hegemónica.

Christophe, criador de aves en Aveyron, explica a LA RAZÓN que las cosas «no se puede ir a peor con el Reagrupamiento Nacional». Su desesperación ha conducido al cambio de voto a quien votaba por tradición al partido conservador francés. «Europa no puede funcionar así. No tenemos las mismas ventajas en las normas que otros países. Tampoco los mismos costes. No podemos seguir así», se lamenta. Los anuncios del Gobierno de Attal lograron desactivar, al menos en parte, aquella grave crisis que estalló en febrero, pero las filas de Le Pen han logrado capitalizar todo ese descontento. Los resultados de las europeas mostraron que ese voto no fue un accidente sino que comenzó a asentarse a buen ritmo en la mayoría de las regiones agrícolas del país. En estas legislativas es ese voto agrícola, que recela tanto de Macron como de Europa, el que puede abrir las puertas de Matignon –sede del primer ministro-, al joven Bardella.

El investigador Pierre-Henri Bono, del centro Cevipof, ha estudiado la variable voto por RN entre agricultores con una investigación realizada el pasado mes de abril, tras la crisis agrícola, en 1.258 explotaciones agrícolas de toda Francia. Una de sus primeras conclusiones es el fuerte vínculo entre ingresos y voto por la ultraderecha, sobre todo entre los jóvenes agricultores de menos de 40 años. «Son jóvenes que no actúan como sus padres. Como el resto de jóvenes de su generación también quieren disfrutar, viajar, consumir…y ven cómo su poder adquisitivo se ha ido reduciendo. Y dan su voto a quienes parecen aportar una respuesta a esa cuestión», dice Bono a la agencia France Presse subrayando que es «difícil» saber si por el momento se trata de un voto de protesta o de adhesión. Sea un caso o el otro parece que Le Pen ha sabido capitalizar ese descontento. Y lo ha hecho acercándose a ellos, con una fuerte presencia sobre terreno de los candidatos del RN. Durante la crisis agrícola de febrero, los agricultores franceses se sumaron a sus colegas europeos de Países Bajos, Alemania o Rumanía rechazando, de manera rotunda, las medidas medioambientales que busca imponer la Unión Europea a través de su Política Agraria Común (PAC), y que afecta de manera directa a su sector, ya en decadencia. Los acuerdos de la UE con terceros países como Mercosur o la posible entrada de Ucrania a la UE también han ido creando un gran malestar entre los agricultores franceses. Los agricultores galos no sólo expresaron sus molestias con las últimas medidas importadas desde Bruselas, sino que también afearon durante semanas al Ejecutivo francés lo que consideran un exceso de normas y de burocracia o las crecientes restricciones para el acceso al agua de riego. La batería de más de 30 medidas aprobada por el Gobierno Attal logró calmar algo las cosas hasta las elecciones europeas en una crisis que nunca estuvo completamente desactivada.

Este lunes Reagrupamiento Nacional presentaba las principales líneas de su programa de gobierno basado en dos ejes fundamentales: la seguridad y la preferencia nacional. «Estamos preparados para gobernar» afirmaba Bardella prometiendo reducir los fondos que París aporta a la UE, todo un guiño al descontento con Europa del campo francés. Para intentar atraer a los votantes descontentos con Macron, el candidato del RN ha atacado el balance económico del presidente. «Siete años de macronismo han debilitado al país», ha sentenciado. Precisamente esta noche el joven delfín de Le Pen acudirá al único debate televisivo de la campaña en donde se verá las caras con el actual primer ministro, Gabriel Attal y un representante del nuevo Frente Popular de izquierdas, Manuel Bompard.

Seguramente la crisis agrícola sea una de las cuestiones que saldrá en el encuentro televisado junto con las otras cuestiones que marcan esta atípica campaña electoral: el poder adquisitivo, el antisemitismo o la ayuda financiera y militar a Ucrania.

Читайте на 123ru.net