¿Puedo subarrendar una vivienda si soy inquilino?
Condenados a vivir de alquiler. Esta es la realidad que le toca vivir a muchas personas en nuestro país ante la imposibilidad de poder convertirse en propietarios. Pese a ello, el mercado del alquiler no presenta un escenario mucho más favorable. Y es que el precio de la vivienda de alquiler en nuestro país se situó en 12,48 euros el metro cuadrado al mes en mayo, por lo que un piso de unos 80 metros cuadrados cuesta 998,4 euros mensuales de media, un precio que no está al alcance de todos los bolsillos, según datos del portal inmobiliario Fotocasa.
Ante los elevados precios de estas viviendas, los españoles tuvieron que destinar un 43% de su sueldo al pago de la cuota del alquiler de un inmueble de 80 metros cuadrados en 2023, el porcentaje más alto de los últimos cinco años. Por ello, algunos inquilinos buscan diferentes alternativas para ahorrar en esta partida de gasto o tener un ingreso extra como puede ser el recurrir al subarriendo del inmueble. Pero, ¿esto es legal?
"La vivienda arrendada sólo se podrá subarrendar de forma parcial y previo consentimiento escrito del arrendador", tal y como establece el artículo 8 de la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU). Por tanto, el portal inmobiliario Fotocasa señala que no se podrá subarrendar la vivienda sin el consentimiento "explícito y por escrito" del casero, ya que, en tal caso, se estaría incumpliendo el contrato.
No obstante, a la hora de subarrendar una vivienda también se deberán tener en cuenta otros aspectos. Y es que el precio por el subarrendamiento no podrá ser superior a lo que paga el inquilino cada mes por la cuota del alquiler.
Además, "el derecho del subarrendatario –la persona que subarrienda– terminará cuando lo haga el del inquilino que lo subarrendó", explica el portal inmobiliario. En este sentido, una vez se termine el contrato de alquiler del inquilino, también lo hará el de subarrendamiento, puesto que este último lo hace el arrendatario principal, asumiendo el papel de "casero".
Por tanto, el inquilino principal –nuevo casero– será el responsable de las tareas de un propietario como buscar inquilino, hacer un contrato, llevar a cabo la reparación de averías o desperfectos o gestionar el cobro del alquiler, así como el resto de gastos de la vivienda, entre otras.
La ley no especifica el número de personas que puede vivir en una vivienda. Por tanto, el casero será el que decida quién puede convivir en su inmueble en los casos de subarriendo.
Pros y contras de subarrendar una vivienda
"Siempre que el propietario que alquila la vivienda esté conforme, subalquilar parte del inmueble puede ser una fuente de ingresos extra para el inquilino principal. Eso sí, hay que tener en cuenta que está obligado a declarar estos rendimientos como rendimiento de capital inmobiliario", asevera el portal inmobiliario.
Problemas de convivencia o tareas extra son algunos de los inconvenientes a los que tendrá que hacer frente el inquilino principal cuando decide subarrendar parte de la vivienda.