Por qué nunca deberías cargar el móvil en tu coche
Vivimos atados a nuestros smartphones y lo llevamos a todos
lados con nosotros. Lo dejamos en la mesita de noche cuando nos vamos a dormir,
lo llevamos al baño para leer las noticias del día o para escuchar un podcast,
lo llevamos en el bolsillo para ir a comprar el pan, (…). Nuestro teléfono
móvil se ha convertido en una extensión de nosotros mismos. Más allá de otras
consideraciones, como si es una tendencia cultural conveniente o no, lo cierto
es que este volumen de trabajo también le pasa factura a los dispositivos. Y es
normal que necesitemos cargarlo a menudo.
Afortunadamente, el mundo en el que vivimos también se ha
adaptado a nuestra total dependencia al teléfono móvil. A día de hoy, estemos
donde estemos, podemos ponerlo a cargar. Ya sea que estemos en casa, en el
trabajo o en un bar, siempre existe la posibilidad de conectar el cargador a un
enchufe. De hecho, ya es posible encontrar -incluso- cargadores públicos en la
calle.
Uno de los lugares donde solemos cargar el móvil con más
frecuencia es en el coche. Los coches modernos a menudo vienen equipados con
puertos USB o incluso cargadores inalámbricos, facilitando así mantener
nuestros dispositivos cargados mientras estamos en movimiento. Esto es
realmente conveniente, especialmente durante largos trayectos. Sin embargo,
esto podría no ser tan conveniente como pensábamos.
El problema de cargar el móvil en el coche
La vida útil de las baterías de nuestros teléfonos móviles puede verse afectada negativamente cuando las condiciones de carga no son las adecuadas. Para que una batería funcione perfectamente durante el máximo tiempo posible, debe cargarse a la potencia indicada por el fabricante del dispositivo.
Los enchufes de corriente eléctrica de nuestra casa o de
nuestra oficina están preparados para proporcionar esa potencia. Sin embargo,
los puertos USB de los coches son capaces de ofrecer una potencia de carga
bastante más pequeña. Ese es el motivo por el que los teléfonos móviles suelen
tardar bastante más tiempo en cargarse por completo. Aunque también suele tener
que ver con que, mientras estamos cargándolo, estamos utilizándolo para
reproducir música o para que nos oriente con el Google Maps.
Este tiempo de carga más prolongado puede ser dañino para
las baterías de ion litio que utilizan nuestros teléfonos móviles. Por eso,
siempre que sea posible, lo mejor es cargar el teléfono en un enchufe de pared
y utilizar el USB del coche únicamente para situaciones de relativa urgencia o
para viajes largos en los que no tengamos alternativa.
Otro aspecto que también debemos considerar es que el
cargador y el cable sean los adecuados para nuestro terminal. Los smartphones y
sus baterías han sido diseñados para recargarse con un cargador y un cable
concreto, que es el original. Sin embargo, muchos usuarios utilizan equipos que
no son los originales, y eso puede causar algunos problemas en la circuitería
del dispositivo. Se dan situaciones en las que no desconectan la corriente
cuando la carga está completa, lo que también reduce la vida útil de la
batería, ya que sigue recibiendo corriente innecesariamente.