El batallón de la OTAN en Letonia escala a brigada con España como segundo contribuyente
En la pasada Cumbre de la OTAN de Madrid de 2022, los aliados acordaron que, progresivamente, los ocho batallones terrestres desplegados en el flanco Este para hacer frente al desafío ruso crecerían hasta convertirse en brigadas. Entonces, España formaba parte solo de uno, el de Letonia, al que ahora se suman el de Eslovaquia (al mando desde el lunes pasado) y el de Rumanía (a partir de octubre). Y es ese batallón letón, al que nuestro país aporta unos 620 de los 1.700 efectivos que lo componen, uno de los que acaba de iniciar oficialmente su andadura como brigada multinacional. Aumentará su tamaño hasta los cerca de 3.500 efectivos de 13 países, con Canadá como máximo contribuyente al ser nación líder y España como el segundo país que más aporta. Además, un teniente coronel español ejercerá como segundo jefe del mismo.
Fue el pasado miércoles, en la base de la localidad de Adazi, cuando se celebró una parada militar y un acto para certificar esta transformación. Una ceremonia que estuvo presidida por la general Jette Albinus, jefe de la División Multinacional Norte de la OTAN y perteneciente al Ejercito danés, quien quiso destacar tanto la "importancia de la misión" como "los retos a los que se enfrenta" esta fuerza de disuasión que ahora duplica su tamaño y se refuerza aún más después de haberlo hecho ya tras la invasión de Ucrania por parte de Rusia, con nuestro país como uno de los que más se implicaron, tanto en estos contingentes terrestres como en los aéreos y navales.
En este acto, asumió el mando de la nueva brigada "Letonia" el coronel canadiense Céderic Aspirault, y se nombró como segundo jefe al teniente coronel Juan Antonio González Vergara, actual jefe del contingente español integrado en esta misión aliada de Presencia Avanzada Reforzada (eFP).
Presentes, numerosas autoridades civiles y militares, entre ellas el ministro de Defensa letón, Andris Sprūds, y el jefe de las Fuerzas Armadas letonas, teniente general Leonīds Kalniņš, así como los embajadores de Canadá y España en Letonia.
Una fuerza con 13 aliados
A partir de ahora, la brigada estará compuesta por esa fuerza de alrededor de 3.500 militares de 13 países: Canadá, España, Albania, República Checa, Italia, Polonia, Montenegro, Eslovaquia, Eslovenia, Islandia, Macedonia del Norte, Suecia y Dinamarca, aliados estos dos últimos que se estrenan y que se turnarán entre ellos en diferentes periodos.
Como nación líder de la brigada, Canadá es la que más efectivos aportará (unos 1.500), seguida de España, con los 620 actuales, entre los que se incluyen los 87 que controlan la batería de misiles antiaéreos "Nasams" y que protegen la base aérea de Lielvārde. En tercer lugar en lo que a contribución se refiere se situarían Dinamarca y Suecia, que alternarán un batallón mecanizado reducido de unos 600 uniformados con tres meses de presencia cada uno al año.
En concreto, tal y como explica el Estado Mayor de la Defensa (EMAD) en un comunicado, la brigada contará con un Grupo Táctico multinacional mecanizado y acorazado (en el que se encuentran el subgrupo táctico y la unidad de ingenieros españoles), el batallón sueco y danés, un batallón canadiense, un grupo de fuegos (en el que se integra la artillería autopropulsada española), unidades de apoyo logístico al combate y el Cuartel General, al que España también aporta personal.
Las principales aportaciones de nuestro país, además del sistema de defensa antiaérea, son seis carros de combate "Leopardo 2E", 14 blindados de Infantería "Pizarro", vehículos de transporte oruga (TOA), artillería pesada, misiles contra carro "Spike", vehículos de combate de zapadores o una unidad de drones. Una contribución que, según señala el EMAD, es de "gran importancia", ya que España "aporta personal en todos los órganos de decisión y planeamiento".
Nuevas instalaciones más cerca de la frontera rusa
El aumento del número de efectivos en esta fuerza de disuasión ha provocado que el acuartelamiento actual de "Camp Adazi" y su campo de entrenamiento se queden pequeños. Por ello, el Gobierno de Letonia se comprometió a la construcción de unas nuevas instalaciones en la región de Selonia, a unos 100 kilómetros al Este de la actual ubicación y más cerca todavía de la frontera rusa: a unos 150 kilómetros. Será, según el Ejecutivo letón, el mayor campo de entrenamiento militar de los países bálticos, con una extensión de unas 26.600 hectáreas, casi el doble que la base de Adazi. El objetivo es que la primera fase esté lista en el segundo semestre de 2025.
De momento, esta brigada multinacional tiene aún por delante una serie de hitos hasta alcanzar su plena operatividad y contar con todas sus capacidades. Así, para este otoño esta previsto que lleve a cabo su primer ejercicio a nivel brigada y supere la certificación de la OTAN. Y a lo largo de 2025 se pretende alcanzar el total de efectivos que la compondrán, tal y como señala en un comunicado el Gobierno canadiense.