¿Qué santo se celebra hoy, 8 de julio? Esto es lo que debes saber del santoral de la Iglesia Católica

Hoy se conmemora la figura de San Procopio de Scythopolis, monje en un monasterio, donde se destacó por su profunda vida de oración y penitencia

Hoy, lunes 8 de julio, el santoral de la Iglesia Católica conmemora a varios beatos y santos que han formado parte de la historia del cristianismo. Además de ser una forma de honrar a los santos y beatificados, también sirve como una guía para los católicos, que pueden encontrar inspiración en las vidas y obras de estos santos.

¿Qué santos se celebran hoy lunes 8 de julio?

• San Eugenio III - Papa de la Iglesia Católica, que gobernó desde 1145 hasta 1153. Fue conocido por su piedad y reformas.

• San Graciliano de Treviri - Obispo de Treviri (hoy en día en Alemania), venerado por su santidad y su labor pastoral.

• San Adrián III - Papa de la Iglesia Católica entre 884 y 885. Destacó por su dedicación a la reforma eclesiástica y la promoción de la vida monástica.

• San Teobaldo de Marly - Santo francés del siglo XIII, conocido por su vida de pobreza y devoción.

• Santa Eugenia - Mártir cristiana del siglo III en Roma, venerada por su valentía y firmeza en la fe.

• Santa Prisca - Mártir romana del siglo I, venerada como una de las primeras mártires de la Iglesia.

San Procopio de Scythopolis

Vida y Pontificado

San Procopio de Scythopolis vivió en el siglo VIII en la región de Decápolis, cerca de la ciudad de Escitópolis (actual Beit She'an en Israel). Inicialmente, fue monje en un monasterio, donde se destacó por su profunda vida de oración y penitencia. Más tarde, optó por una vida eremítica, retirándose al desierto para vivir en completa soledad y dedicación a Dios. Durante este período, se le atribuyen diversos milagros que testimonian su santidad y cercanía con lo divino.

Exilio y Muerte

Aunque vivió una vida dedicada a la oración y la penitencia, San Procopio enfrentó adversidades durante su tiempo en el desierto. Se cree que fue exiliado de su monasterio en un momento dado, lo que le llevó a profundizar aún más en su vida eremítica. Finalmente, murió en paz en su ermita, dejando un legado de santidad y devoción.

Canonización y Legado

San Procopio fue venerado como santo poco después de su muerte debido a su reputación de santidad y los milagros atribuidos a él. Su culto se extendió especialmente entre los monjes y eremitas que buscaban seguir su ejemplo de vida austera y dedicación a Dios en el desierto. La Iglesia Católica lo canonizó oficialmente, estableciendo el 8 de julio como el día de su festividad, en el que se recuerda su vida y legado espiritual como modelo de vida monástica y eremítica.