World News in Spanish

Gibraltar: Tenemos un problema

Gibraltar: Tenemos un problema

El PSOE ha dejado claro que no va a aprovechar su ventaja negociadora como tampoco aprovechó la formidable baza de la Verja cuando procedió en 1982 a abrirla

Tenemos un problema en Gibraltar desde que hace trescientos años la facción de los Habsburgo y sus aliados –entre los que estaba Gran Bretaña– en la guerra de sucesión española se lo ganó a la facción borbónica. Ante el asombro general, las tropas británicas participantes se quedaron allí y todavía no se han ido. No consigo reprimir mi pulsión de manifestar, tras muchos años viviendo de lleno el contencioso, que su resolución no la impide en el fondo los británicos de Gran Bretaña ni los británicos de Gibraltar o llanitos. Creo que ha llegado el momento de llamar al pan, pan…El impedimento prima facie es el PSOE.

Lo cuento tal como lo he vivido. En primera persona desde hace muchos años. Desde que fungía en el puesto diplomático de delegado especial del Ministerio de Asuntos Exteriores en la zona de Gibraltar. Si en algún momento hubo avances significativos en el intento de restaurar nuestra quebrada integridad territorial fue cuando se empezaron a sentir los efectos del cierre de la Verja decretado por el ministro Castiella. De una parte y por primera vez el Estado decidió ocuparse seriamente de la prosperidad del Campo de Gibraltar. Trató de compartir con dicho Campo el progreso económico que estaba alcanzando el resto de la nación. De otra parte, se consiguió algo parecido a arrodillar a los ingleses. El hundimiento de la economía gibraltareña, resultado de aquel cierre, forzó al Reino Unido a subvencionar lo poco que iba quedando de la economía gibraltareña.

De tal forma le estaba siendo gravoso el sostenimiento de su base militar y de los propios llanitos que le servían de escudo, que pocos años más tarde, la fruta empezó a madurar como decía el dictador. Es decir, los británicos, por primera vez en la historia, se mostraron dispuestos a hablar de soberanía. Se llegó a negociar una cosoberanía. Este era el precio que Gran Bretaña estaba dispuesta a pagar para aliviar el coste de la base militar. En esas, más o menos, estábamos cuando un ministro del PSOE de triste recuerdo decidió abrir unilateralmente la Verja. El resultado no se hizo esperar. Gibraltar se convirtió en la tercera economía del mundo per cápita. Del tema de la soberanía nunca más se supo. Mencionarla producía la misma erisipela que el cántico de «Gibraltar es español» de nuestra eurocopera selección de fútbol. Finalmente, el campo de Gibraltar volvió a su abandono tradicional.

Ahora propone otro Gobierno del PSOE que Gibraltar comparta con España la prosperidad que le genera merced la apertura de la Verja. Si, sí. La prosperidad para la colonia y el «comparte» para el Campo. Tras casi medio siglo viviendo profesionalmente en el ámbito de las relaciones internacionales, nunca pensé que fuera a oír que un país, de una tradición imperial presidida por aquella «honra antes que barcos sin ella», aspirara a vivir colonizado y a costa de las migajas de la mesa de un rocoso Epulón.

Unas gotas de dignidad nos llevarían a construir el proyectado aeropuerto en Jimena. Dinero hubo para aeropuertos autonómicos que solo han servido para aparcar aviones en desuso. A traer hasta al Campo el AVE y, con todo ello, aportar las infraestructuras para armar el puntal del desarrollo económico continental abocado, según Tamames, por la situación geoeconómica de la zona. Con la Unión Europea en bloque detrás nuestra, el Reino Unido debilitado por el Brexit y Gibraltar sin futuro si se desgaja de dicha Unión, difícilmente volveremos a tener esta ventaja negociadora. El PSOE ha dejado claro que no la va a aprovechar como tampoco aprovechó la formidable baza de la Verja cuando procedió en 1982 a abrirla.

¿Qué se puede esperar de un partido que se compincha con los que aspiran a desintegrar nuestra soberanía nacional? Desde luego, no que al mismo tiempo trate de reintegrarla recuperando Gibraltar

Читайте на 123ru.net