Las camas antisexo de los Juegos Olímpicos resisten maniobras extremas
Desde mayo están instaladas en la Villa Olímpica de París las 16.000 camas antisexo en las que descansaránn todos los deportistas durante su participación en los Juegos Olímpicos. Las camas en cuestión han despertado toda clase de comentarios mientras la Villa ha comenzado a llenarse de atletas.
Las camas se hicieron famosas ya en los Juegos de Tokio 2020. Tenían un doble objetivo: sostenibilidad y salud. Esta iniciativa también fue adoptada por el Comité Organizador de París. El uso del cartón como material principal y la posibilidad de reutilizar los materiales se alinean con la idea de unos Juegos Olímpicos más ecológicos y comprometidos con el medio ambiente.
Además, originalmente surgieron como una medida para reducir el contacto físico entre los atletas en un contexto de pandemia por COVID-19. Sin embargo, no deja de lado la comodidad de los deportistas y gracias a sus cojines modulares permiten a cada uno personalizar su reposo según sus necesidades. Mientras que algunos valoran la comodidad y la atención que se le ha prestado al descanso, otros critican su aspecto poco atractivo y cuestionan su efectividad para evitar encuentros íntimos.
Se comenzaron a llamar camas antisexo debido a que, aparentemente, las camas fueron diseñadas para soportar un peso máximo de 200 kilogramos y no son aptas para soportar una actividad sexual vigorosa.
Ya fue puesta a prueba la cama antisexo
El deportista irlandés Rhys McClenaghan, doble campeón mundial y triple campeón europeo de gimnasia artística, ya se encuentra en la Villa Olímpica y competirá por esa disciplina en los Juegos Olímpicos 2024. Fue él precisamente quien compartió un video a sus redes sociales en el que pretendía poner a prueba las famosas camas antisexo.
En este se puede ver cómo el atleta hace diferentes maniobras encima de la superficie sin que se vea algún daño. Lo que comprueba que la teoría de que no permiten mantener relaciones sexuales en ellas es "fake news", según dijo el atleta finalizando el vídeo que cada vez se hace más viral.
McClenaghan ya conocía este tipo de camas porque participó en Tokio 2020 y como el mismo dijo: "Cuando las probé la última vez resistieron mis pruebas, aunque quizá no fui lo suficientemente riguroso". Lo que confirma que esta vez, al igual que en los pasados Juegos Olímpicos, la cama antisexo también resistió sus maniobras "extremas".