Ceremonia inaugural: un río, 45.000 agentes y dos años de preparación
La seguridad es el gran reto de los Juegos en París y prueba de ello son los dos años que ha estado el Ministerio del Interior francés diseñando un complejo e inédito dispositivo que incluye ya no sólo una cifra ingente de gendarmes y seguridad privada sino también la colaboración externa de hasta 80 países que colaboran con Francia en la seguridad de los Juegos. España lo hace con el envío de más de 300 agentes entre policía y guardia civil.
El punto más crítico será la ceremonia de apertura por la complejidad que supone organizarla en exteriores y no en un espacio delimitado como un estadio o pabellón. La idea de hacer del cauce del Sena un teatro gigante para deslumbrar al mundo con un espectáculo que incluya a las delegaciones olímpicas en barcos conlleva una logística de 45.000 agentes franceses que han transformado en un búnker todo el cauce del río durante las últimas semanas. Allí se van a dar cita más de 300.000 personas y casi 200 jefes de Estado y de gobierno. Entre ellos, los Reyes Felipe y Letizia que están en París para ofrecer una recepción al Equipo Olímpico Español en la Embajada.
Durante meses la ceremonia del Sena ha estado en el punto de mira en Francia y de hecho, su capacidad en número de espectadores ya fue rebajada por cuestiones de seguridad. Varias de las zonas más céntricas de París y las orillas del Sena tienen un perímetro de especial protección e incluso desde hace una semana hace falta un código QR o una acreditación para entrar en estas zonas. Estas restricciones a la libertad de movimiento han generado amplia controversia entre los parisinos. Algunos quedan bloqueados sin poder cruzar los puntos de control, otros muestran su ira en las redes sociales, mientras que hay turistas sorprendidos por la dificultad o imposibilidad de visitar algún lugar emblemático de la ciudad, donde proliferan estos días barreras metálicas. Las brigadas caninas patrullan a lo largo de las orillas del río y revisan todo, inspeccionando también los efectos abandonados por las personas sin hogar que tuvieron que abandonar deprisa y corriendo la zona.
La amenaza de corte islamista sigue siendo la más temida por las autoridades francesas, aunque también se otorga una especial atención a eventuales ciberataques rusos a infraestructuras o logística de los Juegos. Es por ello que la organización de París 2024 ha trabajado en un plan específico contra este tipo de ataques destinado a crear el caos en cuestiones como la movilidad, los transportes, la billetería o cualquier tipo de injerencia que pueda perturbar el desarrollo de las actividades deportivas.
Otra cuestión que preocupa en materia de seguridad es específicamente la delegación israelí. Integrada por 99 deportistas, tendrá vigilancia especial las 24 horas del día durante su estancia en París. Prueba de ello es que a su llegada a la capital francesa el pasado martes fue evacuada toda un área de la terminal 3 del aeropuerto Charles de Gaulle. La delegación israelí se ha comprometido a respetar todo un minucioso protocolo de seguridad durante la cita olímpica debido a las tensiones que desencadenó la guerra entre Israel y Hamás en Gaza.
El ministerio del Interior ha explicado en las últimas horas que llevará a cabo algunos «ajustes» en los dispositivos de seguridad para algunas delegaciones, como las de Israel, Estados Unidos o Irán. En abril, una fuente de seguridad explicó que algunas expediciones, como las de los atletas israelíes y estadounidenses, tendrían sus «propios» medios para garantizar su seguridad.
El ministro francés de Interior, Gérald Darmanin, ha afirmado que se han desbaratado por el momento cuatro proyectos de acciones violentas que se preparaban para los Juegos. Darmanin, explicó que el cuarto caso que se está investigando es el de un joven de 18 años detenido el pasado martes en el departamento de Gironde (con capital en Burdeos) que tenía «un proyecto de acción violenta».
Miles de atletas ya han comenzado a llenar la Villa Olímpica, que cuenta con seguridad especial, desde hace una semana. Un complejo en Saint Denis de 40 bloques de viviendas de baja altura que se han construido con técnicas innovadoras de hormigón con bajas emisiones en carbono, reciclado de agua y materiales reutilizados. Por allí desfilarán unos 15.000 atletas entre olímpicos y paralímpicos. Una cifra muy inferior al despliegue policial que marcará la esperadísima ceremonia inaugural.