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Guanajuato, uno de esos lugares en el mundo repletos de autenticidad y buenas gentes

Guanajuato, uno de esos lugares en el mundo repletos de autenticidad y buenas gentes

Desde los aventureros en busca de adrenalina hasta los románticos que desean perderse en sus pintorescas calles encuentran en este estado mexicano algo especial que los cautiva

Como un tesoro escondido en el corazón de México. Así podría presentarse el estado de Guanajuato, un destino que recibe al viajero con sus coloridas ciudades coloniales, laberínticas calles empedradas y sobre todo con una vibrante energía que envuelve desde el primer momento. Y es que Guanajuato es uno de esos lugares en el mundo repletos de autenticidad y buenas gentes.

Destino vinícola por excelencia y tierra de nacimiento del bolero ranchero, el estado de Guanajuato guarda un sinfín de rincones y paisajes deslumbrantes, así como una gastronomía local deliciosa y eventos tan interesantes e importantes para el mundo como el Festival Internacional Cervantino, que celebra su 52ª edición en menos de tres meses, del 11 al 27 de octubre. Sí, Guanajuato también es cultura en su máxima expresión, algo que compagina con otro gran atractivo actual, sus incontables lugares «instagrameables». Como ve, este destino es muy tentador, ¿verdad?

Un buen punto de partida para comenzar a descubrir las joyas ocultas de este estado mexicano es, sin duda, su capital, una de las urbes más pobladas de México. La ciudad de Guanajuato, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es un laberinto de callejones empedrados y lugares llenos de encanto como el Jardín de la Unión, en pleno centro histórico, uno de los más bonitos de todo México. Rodeado de bares y restaurantes, es perfecto para hacer una parada y disfrutar de la gastronomía guanajuatense para luego continuar la visita. Justo enfrente, se encuentra el Teatro Juárez, una maravilla arquitectónica donde se celebra el ya citado Festival Internacional Cervantino, una cita artística obligada para los amantes de la cultura en todas sus formas.

En la zona del Jardín de la Unión, detrás del Templo de San Diego, se encuentra la estatua del héroe de la Independencia de México, «El Pípila», que custodia un maravilloso mirador que sirve para ver una espectacular panorámica de Guanajuato. Es, sin duda, una de esas imágenes digna de inmortalizar en un viaje.

Continuando con la ruta, otro imperdible es la basílica de estilo barroco de Nuestra Señora de Guanajuato en la Plaza de la Paz. Además, cuenta con una especie de anfiteatro llamado la Alhóndiga de Granaditas, el cual alberga el Museo Regional de Guanajuato, cuyas colecciones sirven para entender por qué este estado mexicano es conocido por ser la «cuna de la Independencia». Otra parada cultural, y además muy cerca, es el museo del esposo y gran amor de Frida Kahlo: Museo Casa Diego Rivera, con una muy interesante y valiosa colección del artista.

Paseando por las encantadoras callejuelas de la ciudad de Guanajuato, descubrirá el mágico «Callejón del Beso». Con solo 68 centímetros de ancho, la leyenda dice que todos los enamorados han de besarse en el tercer escalón de este callejón para ganar siete años de buena suerte. ¿No cree que merece la pena compartir un beso aquí con su pareja y sellar su amor con un toque de magia? Por cierto, es en este icónico callejón donde finalizan las «callejoneadas», un espectáculo musical y muy alegre protagonizado por la estudiantina que consiste en un paseo nocturno por los callejones de la ciudad al ritmo de la música.

Y un apunte muy importante para los foodies. México es reconocido como un destino gastronómico de primer orden, y la cocina de Guanajuato tiene mucho que ver con ese reconocimiento mundial. Restaurantes como Casa Valadéz o Casa Mercedes son solo dos ejemplos de restaurantes que imprimen la fuerza de la cocina local en platos que deleitarán los paladares más exigentes. No es de extrañar que Guanajuato fuera Capital Iberoamericana de la Cultura Gastronómica en 2015, y es que además de sus extraordinarios platillos tampoco se puede dejar de probar el mezcal y el tequila, ya que el estado de Guanajuato posee la Denominación de Origen e incluso se organizan rutas para conocer los lugares donde nacen estas bebidas.

San Miguel de Allende, belleza y magia colonial

A solo una hora y media en coche se encuentra otra población recomendable de visitar en un primer viaje al estado de Guanajuato, San Miguel de Allende. Esta ciudad fue también declarada Patrimonio de la Humanidad y sobresale por su armoniosa arquitectura colonial, barroca y neogótica, así como por su romántico ambiente.

Nada mejor que comenzar por el Jardín Allende, la plaza principal y el centro neurálgico de la ciudad. Llena de majestuosos y muy bien recortados laureles, cuenta con un pequeño quiosco donde es habitual que haya músicos tocando algo. También puede verse el Palacio Municipal y la Casa del Mayorazgo de la Canal, pero lo que domina toda la plaza es la Parroquia de San Miguel Arcángel con una impresionante fachada gótica que evoca las grandes catedrales europeas. Después de admirar la iglesia, nada mejor que relajarse en uno de los bancos de hierro forjado y disfrutar del animado ambiente.

Continuando el recorrido por la calle Cuna de Allende, una de las más pintorescas de la ciudad, con casas virreinales de colores vivos y perspectivas únicas de la Parroquia, se llega a la calle Aldama, también digna de explorar sin prisas. Es recomendable visitar las tiendas de artesanías y tomar algo en cafeterías acogedoras como Lavanda Café o la Churrería San Agustín, famosa por sus deliciosos churros.

En el aspecto cultural conquista igualmente. Una visita al Museo Casa Allende en la calle Cuna ofrece la oportunidad de aprender sobre la vida del general Ignacio de Allende, uno de los héroes de la Independencia mexicana. Este edificio histórico alberga una valiosa colección de piezas de la época y ofrece un vistazo a la vida social y cultural de San Miguel de Allende en el siglo XVIII. Otro punto cultural de interés es el Instituto Allende, un hermoso edificio del siglo XVIII que ha jugado un papel crucial en la educación y el desarrollo cultural de la ciudad. Si se dispone de tiempo, es recomendable visitar la Fábrica La Aurora, un centro de arte y diseño con galerías de arte, cafeterías y tiendas en una antigua fábrica textil.

A pocos pasos de la Churrería San Agustín, en la calle Juárez, se encuentra el Templo de San Francisco, conocido por su fachada detallada que combina estilos barroco, churrigueresco y rococó. Un poco más adelante, el Templo del Oratorio de San Felipe Neri impresiona con su monumental fachada de piedra rosada.

El Mercado de Artesanías es, por otro lado, un lugar ideal para comprar objetos hechos por artesanos locales, desde cerámica y vidrio hasta las tradicionales catrinas mexicanas. Mientras que el Parque Benito Juárez se alza como un espacio verde perfecto para pasear, hacer un picnic o practicar deportes. Desde aquí, se puede seguir hasta el Callejón del Chorro, una calle encantadora que conduce a El Mirador, donde se disfruta de una panorámica espectacular de la ciudad al atardecer.

Y si la propuesta de estas dos ciudades le ha parecido demasiado urbanita, debe saber que en el estado de Guanajuato hay un sinfín de actividades al aire libre: desde visitas a zonas arqueológicas hasta montañismo y rápel en el encantador Pueblo Mágico de Mineral de Pozos, pasando por vuelos en globo en la propia San Miguel de Allende.

Lo cierto es que Guanajuato ofrece algo especial para cada tipo de viajero, desde los aventureros en busca de adrenalina hasta los románticos que desean perderse en sus calles. Descubrir Guanajuato es abrir una puerta a la esencia de México, no lo dude e incluya este destino en su lista de pendientes, ¡le encantará!

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