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Ucrania confía en mantener el respaldo de EE UU tras las elecciones de noviembre

Ucrania confía en mantener el respaldo de EE UU tras las elecciones de noviembre

Zelenski reconoce que tratar con Trump sería «un trabajo duro», pero asegura que Kyiv está dispuesto a hacerlo

Durante el fin de semana, los drones ucranianos atacaron tres aeródromos rusos, utilizados por los aviones que han lanzado ya cientos de misiles contra las ciudades e infraestructuras ucranianas. Un dato destacable es que uno de los aeródromos, Olenia, está situado a 1.800 kilómetros de Ucrania, cerca de Finlandia y Noruega, en el norte de Rusia, lo que refleja la creciente capacidad militar de Kyiv.

Otro hecho importante es que, aunque decenas de aeródromos rusos se encuentran al alcance de misiles de largo alcance de los que dispone Ucrania, como los ATACMS proporcionados por Estados Unidos, mucho más potentes que los pequeños drones, la nación invadida no puede utilizarlos para atacar territorio ruso.

El motivo responde a la política no oficial de «gestión de la escalada» de la Administración de Joe Biden. Durante los dos años y medio de la invasión a gran escala, Washington ha priorizado evitar cualquier posible escalada por parte de Moscú reflejándose en el suministro limitado y lento de armas a Kyiv. Durante los últimos meses, a pesar de las garantías de apoyo a Ucrania «todo el tiempo que sea necesario», los ucranianos han experimentado los efectos costosos de retrasos por parte de Estados Unidos para aceptar el envío de suficientes armas pesadas, como tanques o sistemas de artillería. Especialmente en un momento en que las fuerzas rusas todavía estaban conmocionadas por las derrotas iniciales cerca de Kyiv, Jersón y Járkov.

«Los ucranianos oyen muchas palabras bonitas sobre apoyo, pero ven poco reflejo de ellas en el campo de batalla», subraya Anton Grushetski, del Instituto Internacional de Sociología de Kyiv. Esto ha llevado a miles de muertes evitables y oportunidades perdidas de recuperar los territorios ocupados y terminar la guerra antes, creen muchos aquí.

Las limitaciones impuestas por Estados Unidos a Ucrania por razones políticas son contrarias a una «estrategia militar sólida», subraya el analista Mykola Bielieskov, quien considera que los líderes occidentales, especialmente Biden y su asesor de seguridad nacional Jake Sullivan, no han demostrado el tipo de determinación que obligaría a Vladimir Putin a revisar sus expectativas sobre sus posibilidades en Ucrania. Hasta ahora, Kamala Harris no ha desempeñado un papel visible en la formulación de esa política sobre Ucrania, pero es probable que siga el mismo enfoque que Biden si resulta elegida en noviembre.

«En lugar de inundar Kyiv con los tanques, aviones, drones y misiles más modernos, los socios de Ucrania han ralentizado sistemáticamente la ayuda militar al tiempo que imponen restricciones absurdas al uso de armas occidentales», escribe Bielieskov para el grupo de expertos Atlantic Council. El analista militar advierte que esto alimenta la creencia del presidente ruso de que puede sobrevivir a sus oponentes en Ucrania, a pesar de los recursos enormemente superiores de los aliados occidentales.

Sigue siendo un enigma si Donald Trump puede mejorar la situación. En todo caso, su tibia retórica sobre Ucrania, su estrecha relación con el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, marcadamente prorruso, y la elección como candidato a la vicepresidencia del senador por Ohio J.D. Vance, un acérrimo oponente de la ayuda militar a Kyiv y escéptico sobre sus posibilidades de ganar la guerra, causan una honda preocupación entre muchos ucranianos, que ya sufrieron el efecto destructivo que tuvo el retraso de seis meses en la ayuda militar sobre las posiciones de su Ejército en el este. Un retraso causado por la oposición de legisladores republicanos como Vance.

Si Trump intentara, como muchos temen, obligar a Kyiv a negociar con Moscú cortando la ayuda e insistiendo en que ceda sus territorios ocupados, las posibilidades de Ucrania de repeler la invasión se vendrían abajo rápidamente. Sin embargo, Kyiv ha evitado mostrar su preocupación. Trump haría lo que la mayoría de los estadounidenses quieren y, en su mayoría, todavía apoyan a Ucrania, según Volodimir Zelenski. El presidente ucraniano reconoció que tratar con Trump sería «un trabajo duro», pero insistió en que los suyos estaban listos para hacerlo.

El caso del presidente de la Cámara de Representantes Mike Johnson, un líder republicano que bloqueó la ayuda a Ucrania durante seis meses, brinda cierta esperanza. Johnson, cristiano evangélico, cambió su postura sobre Ucrania después de reunirse con los cristianos que sufrieron torturas y otros castigos por parte de Rusia en los territorios ocupados y atacados. En este sentido, Kyiv está dispuesta a trabajar con otros republicanos para mostrar las diversas formas en que Rusia pone en peligro tanto a Ucrania como al resto del mundo.

Aunque un plan que los asesores ofrecieron a Trump prevé que Ucrania ceda su territorio, otro, ofrecido por su exsecretario de Estado, Mike Pompeo, ofrece cierta esperanza. Pompeo cree que Trump podría detener la guerra si le indica a Putin que Estados Unidos haría todo lo posible para debilitar a Rusia y hacer que Ucrania sea mucho más fuerte. Criticando a Biden y Harris, Pompeo sugiere que Trump podría implementar sanciones «reales» contra Rusia, despojarla de gran parte de sus ingresos por exportación de petróleo y asignar unos 500.000 millones de dólares para el apoyo militar a Ucrania.

No está nada claro si Trump eventualmente apoyaría algo así. Algunos en Ucrania, como el diputado Oleksandr Merezhko, creen que le gustaría salir victorioso y que podría hacerlo solo si Ucrania gana. Por lo menos, la cuestión de cómo ayudar a Kyiv a ganar la guerra, en lugar de apoyarla durante un período indeterminado sin una estrategia clara en mente, se está convirtiendo en un tema importante en el debate político estadounidense. «Esto obligará a los demócratas, y en especial a Harris, a elaborar su propio plan sobre Ucrania, incluso más victorioso. Es precisamente lo que Ucrania necesita», subrayó Timofi Milovanov, exministro de Economía de Ucrania.

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