Hugo González, sexto en 100 espalda, se exige más: "Puedo nadar mejor"
Hugo González volvió a terminar sexto en la final de 100 espalda de los Juegos, como en Tokio 2020. Lo hizo con un tiempo de 52.73, cerca de su mejor marca, el 52.70 con el que ganó la medalla de plata en el pasado Mundial, en febrero, en Doha. No quedó, ni mucho menos, contento. "Puedo nadar mejor", admitió. Las sensaciones fueron parecidas a las de las series y las semifinales. Va de menos a más, parece que se le queda un poco corta la distancia, lo que puede tener una buena lectura para los 200, donde tiene más posibilidades porque llega con el segundo registro de 2024.
El objetivo, la marca personal
También mejoró sus prestaciones respecto al día anterior. "Es positivo que nadamos cada vez más rápido, pero no es suficiente. En Doha y en Mallorca (hace un mes) lo hicimos más rápido, así que buscaremos las mejores sensaciones en el 200", explicó, exigente consigo mismo. "Hemos pasado décimo cuarto a la semifinal y octavo a la final, queremos hacerlo con más margen para no ir por una calle lateral. El objetivo desde septiembre es hacer marca personal y sé que puedo. No es para estar decepcionado, pero tampoco contento", concluyó. Si logra ese registro personal, después que le lleve donde le lleve.
De octavo a sexto
Rodeado de sus rivales con cascos enormes, él salió en la presentación unos auriculares modernos pequeños. Se sopló las manos, dio unos saltitos primero, un salto grande después, y se sentó en la silla. Respiración fuerte y aplausos antes de quitarse la ropa. Después de colocarse las gafas fue el primero en ir al agua. Su salida no fue explosiva, comenzó algo retrasado y tocó el último la primera pared, pero después remontó dos posiciones en medio de un griterío ensordecedor. El oro se lo llevó el plusmarquista mundial, Ceccon (52.00), la plata Xu (52.32) y el bronce el estadounidense Ryan Murphy (52.39), compañero de entrenamientos del español y rival en los 200 espalda.
"Estoy mejor de lo que se ha visto"
Hugo González dice que se siente como en un concierto en la Défense Arena, el espectacular complejo que se ha montado en París para disputar la natación, y que también ha tenido cierta polémica por la poca profundidad, que hace que sea "más lenta". "Pero es lenta para todos", zanja la cuestión.
"A por todas", ha repetido el español cuando le recordaban si se iba a centrar en los 200 espalda. Los nadadores ven una oportunidad cada vez. Algo parecido hacía Mireia Belmonte, que no descartaba nada, aunque en los 200 mariposa era donde tenía más opciones de éxito, como así fue con la triple corona: Europeo, Mundial y Juegos.
A Hugo le queda una de esas patas, la olímpica, la más difícil. La siguiente (la gran) oportunidad llega ahora con esos 200 espalda. "En 48 horas tengo otra oportunidad de demostrar que hemos llegado a París mejor de lo que se ha visto hoy", concluye.