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Sara Baras: "Soy esa llama que no para de crecer y de moverse"

Sara Baras:

El corazón de la bailaora vuela altísimo, es un albatros, un misil imparable, pero jamás despega la cabeza del suelo

Como una saeta loca o un beso lento, así se mueve, baila, Sara Baras, artista de honduras insondables. La bailaora y coreógrafa gaditana recorre España con el espectáculo «Vuela», un homenaje a Paco de Lucía con el que conmemora los 25 años de vida de la compañía que dirige. Entre otras ciudades, estará en Madrid (5 de septiembre-13 de octubre), Barcelona (23 de octubre-10 de noviembre) y Sevilla (19-22 de diciembre). El corazón de Sara vuela altísimo, es un albatros, un misil imparable, pero jamás despega la cabeza del suelo.

Con «Vuela» se descubre ante Paco de Lucía. ¿Dónde estaría el flamenco ahora mismo si él no hubiera existido?

Mucho más abajo, claro. Paco fue uno de los que luchó para que el flamenco estuviera en el sitio que le corresponde. La influencia musical de Paco, y también su grandeza personal, nos ha influido muchísimo.

«Vuela» consta de cuatro actos, «Madera», «Mar», «Muerte», «Volar», y en ellos hay piezas a partir de absolutos (inspiración, soledad, muerte, luto, eternidad). Más allá del homenaje atisbo una radiografía del artista y de los grandes interrogantes del hombre.

Totalmente. Si conoces a Paco te das cuenta de que es un homenaje en toda regla, porque está lleno de detalles suyos. Pero si no conoces nada del maestro, puedes perfectamente sentir el espectáculo desde el principio hasta el final. Y, sobre todo, están ahí mi evolución y mi crecimiento personal a lo largo de estos 25 años de compañía. Cosas que te han marcado y te siguen marcando y que te cambian y te dan la oportunidad de seguir creciendo y aportando.

¿Bailar es componer música y poesía con el cuerpo?

Ah, qué bonito. ¡Por supuesto! Y bailar flamenco es hacer música con los pies. No sólo dibujamos, también somos percusionistas y jugamos con el sonido. Todos deberíamos bailar.

Soñar con los pies, que escribió Sabina.

Eso es precioso. Y no quiere decir bailar bien, sino simplemente bailar, dejarte llevar por lo que sientes. Cualquier excusa es buena para mover el cuerpo y expresarse.

¿Y qué siente cuando baila, cuando está tan dentro de sí misma?

No soy una actriz en el papel de un personaje, no, directamente soy yo misma y estoy transmitiendo en todo momento lo que llevo dentro. En «Vuela» está la pasión que sentimos por el mar; la madera, que nos hace tener presentes nuestras raíces; la muerte, que tanto te enseña cuando pasas por el dolor y la rabia de perder a un ser querido y, sin embargo, lo aceptas e intentas recordarlo no sólo con la pena, sino con el agradecimiento de haber podido vivir tan cerca de esa persona. Y volar. Intentar tocar el cielo y, a través del sentimiento y del baile, celebrar lo bonito de la vida.

¿Cree que el artista tiene una ventaja sobre el mortal común y es que a través de la creación puede acercarse a Dios?

Hombre, eso es muy bonito. Me parece precioso. Es que no te voy a decir que no, claro que sí.

El artista necesita algo más que la sola vida, algo que lo eleve.

Hay gente que hace cosas maravillosas y preciosas, como ayudar a gente que lo necesita. Un simple médico, por ejemplo, que te ayuda a evitar el dolor. Pero es verdad que el mundo del arte llega desde un sitio muy especial… Pero no sólo el artista, también el que «siente» el arte. A mí me pasa con otros artistas, que me hacen sentir cosas muy profundas.

[[QUOTE:PULL|||"Hacer algo que ayude a los demás también habría sido una de mis pasiones"|||Sara Baras]]

«En el aire conmovido / mueve la luna sus brazos» (Lorca). ¿Nos vale para definir el baile?

¡Buah, qué bonito! Pues sí, claro que nos vale. Por supuesto. Esa te la voy a robar a ti, no a Lorca, ja, ja, ja.

¿Qué habría sido Sara Baras de no haberse dedicado al baile?

Siempre he pensado que de no haberme dedicado al baile habría hecho algo relacionado también con lo artístico. Me encanta dibujar, aunque no lo haga bien. Y me encanta escribir. Y la música, por supuesto. Pero hacer algo que ayude a los demás también habría sido una de mis pasiones.

Bueno, el arte también ayuda. Es un bálsamo y una mano en la tormenta.

Sí, sí, claro. El arte también ayuda.

¿Y qué quiere ser Sara Baras cuando crezca?

Ja, ja, ja. ¿Qué quiero ser? Lo que soy. Bueno, no, un poquito mejor de lo que soy. Que no pare de crecer. Miro atrás y han pasado muchas cosas, pero miro adelante y veo todo lo que me queda por aprender y por dar. Así que voy bien, voy bien.

Esta sección se titula «¿Tienes fuego?». Señora Baras: ¿tiene fuego?

¡Sí tengo fuego! ¡Mucho, mucho, mucho! Ja, ja, ja. Soy esa llama que no para de crecer y de moverse.

La llama que no cesa, como el rayo de Miguel Hernández.

¡Exacto! Esa llama soy.

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