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El otro "Don" Rafael de los Juegos

El otro

Lozano, doble medallista olímpico en 1996 y 2000, ha reconstruido desde la nada al boxeo amateur español, que en París vuelve a disfrutar del sabor de las medallas

Rafael Lozano Muñoz, «Balita» para el siglo, revigorizó el boxeo amateur español en los noventa, cuando logró la mitad de nuestro palmarés olímpico: una plata y un bronce, el mismo botín que habían sumado Enrique Rodríguez Cal y Faustino Reyes en los cien años anteriores. Si fuera caribeño o viniese de alguna de las repúblicas exsoviéticas del Asia central, sería un héroe nacional. Su verdugo en la final de Sídney 2000, Brahim Asloum, que también le ganó un título intercontinental profesional en 2006, es una celebridad en Francia, comentarista estrella de la televisión e invitado habitual en todo tipo de galas mediáticas. Aquí, nos olvidamos del púgil cordobés en cuanto se apagó el eco de sus medallas.

La Federación Española de Boxeo tuvo el tino, sin embargo, de nombrarlo seleccionador nacional amateur. Bueno, en realidad lo colocó de guardés de una casa en ruinas que Lozano ha saneado con paciencia de entomólogo. Clasificó para Tokio a un puñado de peleadores que rozaron el podio y el miércoles, Enmanuel Reyes Pla se garantizó al menos un bronce, la primera medalla olímpica de España en boxeo desde hace 24 años. Parece poca cosa ganar dos combates y subirse al podio, pero la parte dura de este deporte son las clasificatorias en torneos anónimos del norte industrial de Italia o de Tailandia contra atletas de los cinco continentes, pues hablamos de una de las disciplinas más antiguas y universales del programa olímpico.

El viernes, desde el rincón, se desdobló en entrenador y padre para consolar a su hijo homónimo, el «Balín», que perdió su acceso a las medallas en un cuarto de final muy ajustado contra Yunior Alcántara. Las lágrimas que vertieron en familia fueron la lágrimas de toda España y los Juegos Olímpicos son justo en esto: un instante de un deporte que nada nos importa fijado en la memoria para siempre.

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