La OCU denuncia prácticas abusivas en festivales de música: así te puedes beneficiar

La Organización de Consumidores y Usuarios ha hecho efectiva su denuncia a siete de los festivales más multitudinarios de España por unas malas prácticas que afectan a casi un millón de asistentes

Los festivales de música en verano son eventos culturales muy relevantes y populares alrededor del mundo. Estos no solo ofrecen una plataforma para que artistas de diversos géneros musicales se presenten ante un gran público, sino que también son una oportunidad para que los asistentes disfruten de la música de una forma distinta.

Desde los emblemáticos festivales de Coachella, en Estados Unidos, y Glastonbury, en el Reino Unido, hasta eventos regionales menos multitudinarios, los festivales de verano atraen a muchas personas que buscan disfrutar de la música en directo, la convivencia al aire libre y un ambiente festivo y vibrante.

Además, estos eventos suelen caracterizarse por una amplia variedad de actividades adicionales, como talleres, gastronomía y zonas de descanso, lo que los convierte en destinos ideales para quienes desean vivir momentos inolvidables durante la temporada estival. Sin embargo, muchos de ellos llevan a cabo prácticas abusivas frente a sus consumidores, tal y como ha denunciado la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ante las autoridades de Consumo.

"No dejarte entrar con comida, cobrarte por entrar o salir o por recuperar el saldo de tu pulsera... ¿te suena? Son prácticas habituales en los festivales de música al aire libre que nos parecen abusivas y por eso hemos denunciado a las autoridades de Consumo a 7 festivales", expone el comunicado de la OCU en el que se detalla la denuncia a los festivales españoles.

Casi un millón de personas afectadas

La OCU ha incluido en su denuncia a siete de los mayores festivales que se celebran en España: Festival Internacional de Benicàssim (FIB),Monegros Desert Festival, Puro Latino, Sonórica, Zevra Festival, Bilbao BBK Live y Fortaleza Sound; y, entre todos ellos, suman casi 950.000 asistentes.

Así, la organización sin ánimo de lucro ha puesto el foco sobre la comisión que se cobra en los festivales para recuperar el dinero que el asistente tiene dentro de su tarjeta cashless para realizar pagos dentro del propio festival, que oscila entre los dos y tres euros y que, de no reclamarse en el plazo establecido, a menudo de pocos días, el dinero pasa directamente a la cuenta del promotor del festival. Algo que desde la OCU califican de "un enriquecimiento injusto".

Algo similar pasa con el cobro por vasos reutilizables, que suele ser de dos euros y cincuenta céntimos, o por el pago de una tasa especial para poder salir y volver a entrar al recinto del festival, que puede llegar a costar 25 euros. En este caso, la OCU señala que "es otra mala práctica bastante común que no responde a ningún servicio adicional" y que podría llegar a considerarse "una retención ilegal".

Por su parte, otra práctica común es la prohibición de entrada de alimentos y bebidas de fuera al recinto de los festivales, algo que también ha incluido la OCU en su reciente denuncia. En este sentido, la organización considera esta otra práctica abusiva, ya que "un festival no es un restaurante" y su principal actividad es artística y musical, no de restauración.

Cómo reclamar y beneficiarme de ello

La OCU ha denunciado estas prácticas abusivas ante las autoridades de Consumo de las Comunidades Autónomas donde se han detectado estos abusos para que determinen si todas estas prácticas festivaleras son contrarias a las normas de protección de los consumidores o no.

De ser así, la organización sin ánimo de lucro ha solicitado que se impongan las sanciones correspondientes y que obliguen a los promotores a devolver los importes que hayan cobrado indebidamente. Todo ello mientras ha solicitado al Ministerio de Consumo que desarrolle "una normativa homogénea sobre los derechos de los asistentes a este tipo de eventos, que establezca a su vez compensaciones automáticas en caso de malas prácticas".

Por su parte, la OCU señala que si un festival trata de imponer estas medidas a un asistente pida la hoja de reclamaciones, y si desde la organización del festival aseguran no disponer de ellas, sugiere que se llame a la Policía Local para solicitar que se personen en el lugar de los hechos.