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Las claves para el cambio del Real Madrid: equilibrio y desatascar

El Real Madrid sólo perdió un partido de LaLiga la temporada pasada. Fue en otoño, en el Metropolitano, contra el Atlético de Madrid. El equipo de Simeone borró a los de Ancelotti con balones desde la banda al centro del área. 3-1 acabó ganando el equipo local y dejó una sensación de trabajo por hacer en el Real Madrid. El resto de la historia es conocido. El Atlético firmó una temporada sin alegrías y el Real Madrid acabó ganando LaLiga y la Champions con un dominio abrumador en la primera. Durante todo el curso, Ancelotti no dejó de repetir que parte del éxito venía de aquel tropezón contra el rival de la ciudad. Sirvió para ajustar la posición de Bellingham y para que los jugadores sintieran que eran vulnerables. Sirvió para cambiar el optimismo por el pesimismo: es decir, la relajación por mantenerse atentos, las guerras individuales por las colectivas.

El partido contra el Mallorca no es lo mismo que aquel derbi. Aún es agosto, no hubo derrota (el Real Madrid sigue sumando encuentros sin perder en LaLiga) y no hay ningún trauma. Pero sí que puede servir, como sirvió la derrota de la temporada pasada, para que el equipo se conciencie de que no se pueden ganar los partidos por inercia. «Hemos empezado bien, nos hemos adelantado y después hemos tenido la oportunidad de marcar el segundo», decía tras el encuentro Carlo Ancelotti.

Las claves de la derrota del Real Madrid

  • El Madrid se regodeó demasiado con su dominio en la primera parte del partido y no mantuvo la concentración después del descanso. «Teníamos que concentrarnos más, como normalmente hacemos, y estar más juntos. No es un problema físico, ni mental. Solo es un problema de pensarlo», explicó Ancelotti con claridad y visiblemente enfadado después del partido.
  • Antes de empezar la temporada repitió varias veces la palabra equilibrio. Lo volvió a hacer tras el empate. «Es algo que se encuentra cuando los jugadores piensan en lo mismo. Cuando hay que recuperar el balón tenemos que pensarlo todos juntos. Es un problema de los delanteros y de la defensa», resumía el entrenador.
  • Cuando el Madrid defiende ordenado, el equipo se sitúa en un 4-4-2 claro, con Rodrygo y Bellingham en una banda. En el primer descanso para hidratación, Arrasate, entrenador del Mallorca, pidió a los suyos no recibir más goles y buscar los cambios de sentido, porque los jugadores de banda no replegaban bien.
  • En ataque hay, además, que desatascar. El mapa de calor del Real Madrid contra el Mallorca describe perfectamente cómo fue el partido del equipo de Ancelotti. Más o menos todas las zonas del campo estaban cubiertas. Pero una mancha naranja, como una ola de calor, sobresale en el lado izquierdo del ataque.

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