La batalla cultural de las Navas de Tolosa y el bulo del cierre del Museo
Nada más pasar Despeñaperros, bajando por la A-4 o carretera de Andalucía, de Madrid hasta Puerto Real (Cádiz), es bien visible en la margen derecha de la autovía el Museo de la Batalla de las Navas de Tolosa, sito en Santa Ana (Andújar), en las estribaciones andaluzas de Sierra Morena: allí por donde nuestro [[LINK:TAG|||tag|||633618c159a61a391e0a155a|||Quijote]], en su segunda salida, se retiró a sus ejercicios espirituales o a cumplir su penitencia antes de ser aprehendido por el cura y el barbero.
Salta a la actualidad este histórico combate o cruzada, de suma importancia para la Reconquista española, librado en el verano de 1212 entre las tropas cristianas conformadas por una triple entente comandada por los reyes Alfonso VIII de Castilla, Pedro II de Aragón y Sancho VII de Navarra contra las huestes almohades obedientes al miramamolín An-Nasir.
Y vuelve a estar en el candelero no por alguna efeméride o celebración de la victoria católica, sino por el enésimo episodio nacional de la dichosa batalla cultural.
Y es que la continuidad del Museo de la Batalla de las Navas de Tolosa, inaugurado en julio de 2012 y dependiente aún de la Diputación de Jaén, que rememora e interpreta este hecho de armas, ha sido puesta en entredicho por el entorno mediático, tuitero y político de Vox y primos hermanos. Automáticamente, tomaron una información (para ellos es munición) procedente del Protocolo de Santa Pola, que reúne a un colectivo de hispanistas, y difundida por el diario digital «El Debate» para cargar contra el PSOE (que gobierna el Ayuntamiento de Santa Pola y la Diputación de Jaén) y, de paso, contra el PP (con mando en la Junta de Andalucía).
Las flechas emponzoñadas han volado esta vez desde el flanco diestro por interpretar el supuesto cierre del Museo de la Batalla de las Navas de Tolosa como un ataque político «contra lo español y lo cristiano». «Los traidores y enemigos de nuestra nación no descansan ni en verano, nosotros tampoco», expresaba Javier Cortés, presidente de Vox Andalucía al respecto. «Conociendo al Partido Popular de Blas Infante es probable que ayude al PSOE en su tropelía o lo supere y lo reconvierta aún más de lo que ya es en un centro de apología del islam ahora ya con mezquita incluida», esputaba el eurodiputado Hermann Tersch al hilo.
Sin embargo, lo más preocupante o vergonzante llega cuando el propio Protocolo de Santa Pola desmiente en X que el museo vaya a cerrar, sino que cambia de gestión. Una información veraz que los combatientes culturales pasan absolutamente por alto (no les interesa la verdad, sino la propaganda), y siguen arreciando las flechas, al punto de que dicho digital conservador, dos días más tardes del desmentido original, publica una pieza que titula: «El cierre del Museo de las Navas de Tolosa que es el colmo del revisionismo antiespañol».
LA RAZÓN, antes que nada, ha preguntado: y como respuesta ha obtenido la información, por parte del Ayuntamiento y de la Diputación, de que el Museo no cerrará sus puertas, sino que cambiará de gestión (del organismo provincial al municipal) el próximo 1 de septiembre.
Como dice el Quijote en el pasaje de Sierra Morena: «No permitas que el engaño se vista tu librea / con que destruye la intención sincera/ que si tus apariencias no le quitas/ presto ha de verse el mundo en la pelea».