El presidente de Taiwán advierte que "el creciente autoritarismo de China no se detendrá en la isla"
El presidente taiwanés, William Lai (Lai Ching-Te), advirtió este miércoles que el "creciente autoritarismo" de China en el Indopacífico "no se detendrá en Taiwán", e instó a los países democráticos a "unirse y tomar acciones concretas" para frenar el "expansionismo" de Pekín en la región.
"Taiwán enfrenta la amenaza inmediata de China, pero Taiwán no se dejará intimidar", manifestó el líder isleño en la inauguración del Foro Ketagalan de Taipéi, un evento sobre cuestiones de seguridad con participantes de once países, entre ellos la exembajadora de EE.UU. ante Naciones Unidas Nikki Haley y el exprimer ministro japonés Yoshihiko Noda (2011-2012).
Durante su discurso de apertura, pronunciado en inglés, Lai destacó que el autoritarismo "ha crecido en los últimos años y se ha vuelto más agresivo", poniendo como ejemplo el caso de China, que ha profundizado su "expansionismo militar" no solo a través de ejercicios militares en el Estrecho de Taiwán, "sino también en maniobras conjuntas con Rusia".
"Estas acciones pretenden intimidar a los vecinos de China y socavar la paz y estabilidad regionales", aseveró el mandatario taiwanés, quien también denunció las "presiones económicas" y las "tácticas de guerra híbrida" desplegadas por China, cuyo propósito es "cambiar el orden internacional basado en reglas".
Lai, considerado como un "independentista" y un "alborotador" por las autoridades de Pekín, reiteró la importancia de "mantener la paz y la estabilidad" en el Estrecho de Taiwán, y subrayó nuevamente su intención de "cooperar" con China, pese a que el diálogo oficial entre ambas partes lleva suspendido más de ocho años.
"Demostraremos la fortaleza de la disuasión, evitaremos la guerra y lograremos nuestro objetivo de paz a través de la fuerza (...). Bajo los principios de paridad y dignidad, estamos dispuestos a llevar a cabo intercambios y cooperar con China para lograr la paz y la estabilidad en el estrecho", señaló Lai.
"Taiwán está decidido a servir como un motor clave para el desarrollo de la democracia global, la paz y la prosperidad (...). Debemos tomar medidas colectivas para enfrentar los desafíos que presenta el autoritarismo y defender nuestros valores compartidos", agregó.
Tras la toma de posesión de Lai el pasado 20 de mayo, China ha estrechado aún más su cerco militar en torno a Taiwán, un territorio gobernado de forma autónoma desde 1949 y considerado por las autoridades de Pekín como una "provincia rebelde".
En los últimos tres meses, Taiwán ha detectado 1.590 aeronaves del Ejército chino operando en los alrededores de su territorio, y más de 1.100 de ellas cruzaron la línea divisoria del Estrecho de Taiwán o penetraron en la autoproclamada Zona de Identificación de Defensa Aérea (ADIZ) taiwanesa.
Las propuestas de diálogo de Lai se han topado con la oposición frontal del Gobierno chino, que insiste en que la "reunificación" entre el continente y la isla es una "tendencia histórica imparable".