La salida de Sánchez
Las mentiras, las medias verdades y la guerra sobre el lenguaje utilizado han emponzoñado la política española. Apenas trece días después de la toma de posesión de Illa, ya se ha producido la primera desavenencia, amenaza incluida, entre PSOE y ERC.
Montero ha asegurado que no habrá "cupo catalán" y Aragonès se ha apresurado a decir que, en ese caso, Sánchez deberá convocar elecciones. El líder socialista se mueve bien en esas aguas pantanosas, suele contar cosas distintas según quién sea el interlocutor y, cuando alguna de las partes le replica públicamente, su táctica es asegurarle, siempre en privado, que el engañado ha sido la otra parte.
En este caso, Montero ha intentado tranquilizar a los líderes regionales socialistas, ERC se ha alertado ante lo que consideran un incumplimiento del acuerdo y, sottovoce, Moncloa les asegura que solo es una mentira piadosa para que no haya disidencias en las filas socialistas.
Sánchez suele jugar fuerte, conocedor de que pocos le van a seguir el envite. Pero las críticas de Borrell o Jordi Sevilla indican una grieta en la línea de flotación del sanchismo.
Así lo ha hecho con decisiones que han arrastrado al PSOE a contradicciones de peso. Sin embargo, el asunto del desmantelamiento de la caja única, el perjuicio al principio de igualdad y el sometimiento al chantaje de los soberanistas, ha encendido incluso a quienes han mantenido el apoyo a Sánchez en todo momento.
Probablemente, sea el error más importante que ha cometido el líder del PSOE. Siempre hay una gota que colma el vaso y, el hecho de que las reacciones de rechazo sean de leales y de críticos y de que Montero haya tenido que salir a desdecirse por enésima vez, son indicadores de que la capacidad de tragar sapos de los dirigentes socialistas empieza a estar anegada.
Por otra parte, cada amenaza de Puigdemont o de ERC, no hacen sino consolidar la idea de provisionalidad en el Gobierno. Sánchez pende de un hilo, y el puñado de diputados independentistas se lo recuerda a diario.
Por último, se va cerrando el cerco judicial en torno al presidente. Los detalles de presuntas irregularidades que afectan a su hermano, David Sánchez, van goteando a diario y ha tomado al relevo al "caso Begoña Gómez" que, por otra parte, sigue adelante con presuntas vinculaciones con la trama "Koldo".
Créanme si les digo que la salida de Sánchez de la política va a ser todo menos tranquila.