La confesión de Alcaraz que dispara las alarmas: "No estoy bien, no se como gestionarlo..."
Carlos Alcaraz no estaba cómodo en la pista y se notaba. El murciano ha caído eliminado en la madrugada de este viernes en la segunda ronda del US Open, cuarto 'Grand Slam' de la temporada que se disputa sobre superficie dura, tras perder ante el neerlandés Botic van de Zandschulp de manera contundente en tres sets (6-1, 7-5, 6-4) en dos horas y 21 minutos de encuentro. Alcaraz vivió su eliminación más prematura en un 'grande' desde Wimbledon 2021, siendo también esta su peor participación en las pistas de Nueva York. El murciano se vio superado durante todo momento por un inspiradísimo Van de Zandschulp, que no dio ningún tipo de opción a Alcaraz desde el comienzo del partido.
El tenista de El Palmar no encontró su juego en ningún momento, yendo a remolque durante todo el encuentro. El saque fue su principal lastre, cediéndolo a lo largo del choque hasta en seis ocasiones, con unos porcentajes de solo el 61% de primeros servicios, de los que ganó únicamente el 60% de ellos. Además, el número tres del mundo estuvo muy errático, cometiendo 27 errores no forzados por los 21 golpes ganadores logrados.
El sueño de Carlos Alcaraz de conquistar otro Gram Slam esta temporada llegaba a su fin y se abría en canal en la rueda de prensa con una confesión que encendía todas las alarmas.
"La verdad es que lo que siento ahora mismo es que en vez de dar pasos hacia adelante he dado pasos hacia atrás en tema de cabeza. Y no entiendo por qué. Venía de un verano espectacular, de Roland Garros, de Wimbledon, saliendo de ahí diciendo que mentalmente había un paso hacia adelante, que me había dado cuenta de que para ganar grandes cosas había que estar duro de cabeza. Vengo a esta gira y es como que he dado pasos hacia atrás: como que mentalmente no estoy bien, no estoy fuerte, ante los problemas no sé controlarme, no sé cómo gestionarlo. Y eso para mí, la verdad, es un problema", afirmó ante los periodistas.
Lucho contra mi cabeza
El murciano confesó que el partido se convirtió más en lucha contra si mismo que contra su oponente y se mostró preocupado por su estado mental. "Tengo que ver qué ha pasado exactamente o qué me pasa exactamente. Ha sido un verano con muchas emociones, muy exigente. El calendario del tenis es muy apretado. He tenido mis momentos de desconexión, pero pienso que me estoy conociendo todavía y a lo mejor como persona necesito más tiempo", argumentó.
"A lo mejor yo soy un tipo de persona que, al venir el calendario tan apretado, a lo mejor no me viene bien o que mentalmente me exijo más de la cuenta. Tengo que ver qué pasa exactamente, pero la verdad es que no he pensado en toda la exigencia tan seguida y no he pensado en que eso es lo que me podía haber afectado", agregó.
"Hoy estaba jugando contra mi oponente y contra mí en mi cabeza. Eran muchas emociones que no pude controlar. Estaba arriba en algunos puntos, luego perdía otros y me venía abajo. Era una montaña rusa en mi cabeza. No puedo ser así si quiero pensar en cosas grandes. Tengo que mejorar, tengo que aprender de esto", sentenció.
Sus palabras ha provocado una gran preocupación entre los aficionados. La temporada del murciano aún no ha concluido y quedan torneos importantes: dos Masters 1.000, la Copa Davis, la Copa de Maestros... Ahora toca descansar y poner a punto su cabeza para poder afrontarlos.