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Las opciones de Enric Mas: De asaltar el rojo a perder el podio

Llega la última gran batalla de esta Vuelta a España. A falta de dos etapas, el Picón Blanco emerge como el gran juez de la carrera, aunque lo que quede en disputa después de esta tarde tendrá que dirimirse en la contrarreloj final de Madrid.

Y en la pelea por la victoria vuelve a haber un ciclista español: Enric Mas. El mallorquín del Movistar Team ha vuelto a su mejor versión en la ronda española, donde ya ha sido segundo en tres ocasiones (2018, 2021 y 2022). Pero está todo tan apretado que, según lo que pase hoy, Mas podría llegar a la contrarreloj como líder o fuera del podio.

La general se encuentra ahora con Roglic al frente. O'Connor es segundo a 1'54” y Mas cierra el podio a 2'20”, un 'cajón' que Carapaz quiere asaltar también. El ecuatoriano está a 2'54”, o sea, 34 segundos peor que Enric. No parece que ninguno de los de detrás pueda llegar hasta ellos si no es con un ataque lejano que haga mucho camino. Gaudu, que está acabando muy bien, se encuentra quinto a 4'37” con Skjelmose y Carlos Rodríguez unos segundos por detrás.

Siendo realistas, la opción de asaltar el rojo está ahora casi imposible. Roglic hizo valer ayer su condición en una etapa monopuerto, de las que mejor se adaptan a sus virtudes como ciclista, y metió tiempo a todos sus rivales, incluido Enric. Especialmente llamativo fue el momento en que tres ciclistas del Red Bull-Bora-Hansgrohe se fueron solos, mientras el resto de hombres de la general se miraban entre ellos.

Aunque este episodio generó muchas críticas, lo cierto es que ni Mas ni el resto podían hacer mucho más que lo que hicieron. Roglic sabía que Moncalvillo era mucho mejor día para él que el de hoy y lo aprovechó. De haber intentado seguir su rueda en ese ataque colectivo, probablemente habrían pagado el esfuerzo después. Pero, más allá de lo de ayer, ¿qué factores hay a favor y en contra de Mas en lo que queda de Vuelta?

A favor

El perfil del día de hoy. A decir verdad, el Picón Blanco es relativamente parecido a Moncalvillo. Una longitud similar, aunque todavía un poco más duro. Lo que hace diferente a esta jornada es lo anterior: seis puertos. Estacas de Trueba -por el lado corto-, La Braguía, el Caracol, Portillo de Lunada, La Sía, Los Tornos y, ya sí, el Picón para acabar. Son casi 5.000 metros de desnivel.

Escaladores puros. Una jornada como esta le va mucho mejor a las condiciones de Enric que la de ayer. A mayor dureza concentrada, mejor se desenvuelve. Esto también aplica a Richard Carapaz, que ayer cedió unos segundos con el mallorquín.

Más piernas que el resto. En los días de mayor dureza concentrada, Enric ha demostrado ser el más fuerte. Incluso más que Roglic. Lo hizo en Hazallanas, cuando le sacó un minuto en la cima, pero el susto en la bajada y el buen entendimiento de sus perseguidores echaron abajo su renta. En el Cuitu y los Lagos también estuvo por encima, aunque finalmente Roglic acabó echándole mano.

O'connor ya no tiene alas. Siempre, absolutamente siempre, llevar el maillot de líder de una carrera da un plus. Cuando uno va al límite, encuentra fuerzas en esa prenda para empujar un poco más. O'Connor ya no la tiene, y ahora es cuando los seis minutos que le han ido quitando sus rivales van a pesar muchísimo. Mas está a sólo 26 segundos. Si todo va bien, hoy debería adelantarlo.

En contra

La crono de mañana. Incluso en el más entusiasta -y poco realista en este caso- de los escenarios, en el que Roglic reventase y Mas estuviese 'super' para recuperar el rojo, necesitaría llegar con al menos un minuto y medio a la contrarreloj. Roglic es muy superior en ese terreno. Eso sí: si se trata del podio, las cosas ya son distintas. En las últimas cronos, Mas ha estado muy parejo con Carapaz.

Los descensos. Una etapa con muchos puertos también es una etapa con muchos descensos. Enric no suele pasarlo especialmente bien cuesta abajo. Al menos, no se esperan lluvias -o no importantes- hoy en los valles pasiegos cántabros. Pero si la carrera se lanza desde lejos -y ojo, que Carapaz puede hacerlo-, Mas puede sufrir. Y ya vimos lo que pasó con Landa cuando se quedó y su equipo no estuvo donde debía.

La falta de equipo. De los que se están jugando la general, Movistar está siendo por ahora el equipo más flojo. Nairo Quintana y Einer Rubio están lejos de su mejor versión, y la prueba es que cada vez que empieza un puerto importante, Mas se ve solo y tiene que buscarse la vida. El de hoy es buen día para filtrar gente que pueda hacer de puente en las fugas. Veremos si los telefónicos lo logran.

Ya no hace calor. De todos es sabido que Enric rinde mucho mejor cuando la carretera es un horno, y eso quedó atrás en la primera semana de carrera. Hoy se esperan unos 16 grados en la cima del Picón. Al menos, tampoco parece que vaya a hacer frío.

Otra clave importante son los puntos UCI. El ganador se lleva 1.000 y el segundo puesto da 885 unidades, por 600 del cuarto. Para Movistar, lograr un podio probablemente no le bastaría para adelantar posiciones en la clasificación, pero sí alejaría la barrera del descenso por encima de los 5.000 puntos, teniendo en cuenta que ya nos empezamos a asomar al final de la segunda temporada de puntuación. Entrar en 2025 con ese colchón permite cierta calma, aunque no relajación.

A las 13:00 horas se dará el banderazo de salida. El perfil promete una preciosa batalla. Cuando acabe, la situación de carrera no será la misma que antes de empezar, eso seguro. Veremos dónde se sitúa Enric Mas entonces, con un desafío de 25 kilómetros en Madrid para alcanzar lo que tenga por delante. O mantener lo logrado. La resolución, en unas horas.

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