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Qué es la 'somnofilia': la parafilia de moda que preocupa a la sociedad

La atracción sexual puede manifestarse de miles de formas distintas en los seres humanos, 'para gustos los colores', como se suele decir. Mientras que exista consentimiento entre las personas que participan de la relación, no debería haber ningún problema. Como ambas partes han llegado a un acuerdo, ningún tercero podría censurar su conducta, más allá de lo moral.

Con el paso del tiempo, cada vez le hemos ido perdiendo el miedo como sociedad a salirnos de la norma y compartir que sentimos cierto magnetismo hacia prácticas sexuales que no eran tan habituales, al menos no públicamente, hace algunos años. Cada vez más parejas admiten abiertamente que se incluyen terceras personas esporádicamente en la relación, o que son 'swingers'.

El respeto a la libertad de los demás, especialmente en un intimidad, es uno de los pilares de las democracias occidentales. 'Que nadie se meta en la cama que no le corresponde' ha solido constituir una máxima clara. Las complicaciones llegan cuando una práctica sexual conlleva sufrimiento por parte de una persona que no ha dado su consentimiento. El 'BDSM' (bondage, disciplina, dominación, sumisión, sadismo y masoquismo) puede ser maravilloso para quien lo practica, siempre y cuando ambas partes estén de acuerdo.

Una reciente polémica ha saltado a la palestra pública después de conocerse a finales de agosto el truculento caso de un jubilado que drogaba a su esposa para que varios hombres abusaran de ella mientras estaba inconsciente. La sociedad, en jauría asustada, se ha lanzado a condenar la somnofilia, que no siempre tiene por qué darse en forma de delito.

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¿Qué es la somnofilia y por qué es una preocupación creciente?

La guía médica del Manual MDS define 'parafilia' como "conducta o fantasía sexual de tipo excitatorio frecuente e intensa, que implica objetos inanimados, niños o adultos que no consienten, o el sufrimiento o la humillación de la propia persona o de la pareja". Existe entonces una diferencia muy clara entre esta clase de prácticas que suelen constituir delitos y otras que no lo son: la voluntad de participación de la otra persona.

Hay parejas a las que les excita fingir que una de ellas es un atracador o secuestrador (cremastistofilia), vestirse de payaso de circo (coulrofilia) o incluso orinar durante el acto sexual (urofilia). Lo que podría ser un acto vejatorio o humillante fuera del acuerdo íntimo en la relación, dentro de ella es una actividad lícita y consentida que, aunque a otros les pueda parecer desagradable o inmoral, no está causando perjuicio a nadie.

Una de las prácticas o atracción sexuales que más están preocupando últimamente es la 'somnofilia', especialmente después de conocer el caso del ciudadano francés que drogaba a su mujer, y por lo que ya ha sido procesado, afortunadamente. Esta palabra se utiliza para designar la excitación sexual por mantener relaciones con personas que están dormidas.

Es por ello que también se conoce esta filia como el 'síndrome de la Bella Durmiente', en referencia al clásico cuento de Charles Perrault, donde una joven princesa solo sale del letargo después de un beso de amor. Aunque a algunas personas les pueda parecer rocambolesco o desagradable, hay parejas a las que les excita fingirse dormidos para realizar prácticas sexuales, o incluso medicarse para inducirse un trance momentáneo.

De nuevo, la clave radica en el acuerdo mutuo y el consentimiento del acto por todas las partes implicadas. Sin embargo, el aumento de contenido pornográfico en el que se abusa de personas dormidas o en estado de coma está provocando una gran preocupación social, haciendo que muchas personas se sientan inseguras o desconfiadas en encuentros sexuales.

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